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Alcalá la Real

Rafa García Medina publica "Memorias de La Belle"

La obra es una verdadera crónica de los recuerdos y vivencias de un local mítico en la historia de Alcalá, que abría sus puertas en 1971

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  • Rafa García Medina.

Belle Epoque. O simplemente “La Belle”, como todo el mundo la conocía. Decir “La Belle” es evocar toda una época, una parte de la historia de Alcalá la Real, que ahora Rafael García Medina recoge en el que es su tercer libro, “Memorias de La Belle”, una obra que, presentada en la noche de este jueves, en Capuchinos, ha levantado verdadera expectación. Y es que, aunque todos los nombres de los protagonistas estén cambiados, el libro constituye, como su propio título apunta, unas auténticas memorias, una crónica de las vivencias, los recuerdos del autor, detrás de la barra de aquel lugar, que forma parte del imaginario colectivo y de la crónica nostálgica de nuestra ciudad.

La Belle abría sus puertas el 12 de septiembre de 1971. “Supuso un gran revulsivo, no solo en Alcalá, sino en todos los alrededores. Cuentan, de hecho, que era la segunda discoteca que se abría en la provincia de Jaén; era un fenómeno nuevo, que no se conocía. La gente que hasta entonces bailaba en las verbenas de las aldeas pasa a venir a La Belle, que desde el principio fue un sitio distinguido, elegante. La Belle cambió la mentalidad de Alcalá hasta un punto que la gente no puede imaginar. La gente comenzó a vestir de otra manera, a vivir otro ambiente, e incluso supuso un impulso económico, ya que, entorno a La Belle, surgieron innumerables bares y pubs. En julio y agosto, “la Calle de la Discoteca”, como ya se la conocía, se cortaba con vallas, por arriba y abajo y sus bocacalles, convirtiéndose en una enorme terraza con cientos de mesas en las que, a menudo, era imposible encontrar un sitio donde sentarse”.

La Belle fue, además, una auténcia ventana al exterior que conectaba Alcalá con las modas, con las músicas de vanguardia. “Se da la circunstancia de que Manolo Rueda, uno de los dos socios fundadores, trabajaba en Iberia; era, por tanto, un hombre que viajaba mucho por Europa, y eso le permitía traer a Alcalá los discos que estaban triunfando seis o siete meses antes de que salieran en España”.


“La Belle era  señorial. En su primera época, decoradas las paredes con terciopelo rojo y mobiliario blanco, resultaba coqueta y rompedora. Los sábados incluso se hacían dos sesiones, una por la tarde, para la juventud, y otra por la noche, para matrimonios, y aquí se daba cita gente de Priego, de Granada, con sus vestidos largos y trajes elegantes...”.

Pero “Memorias de la Belle” es también la crónica de la historia nunca contada de esos años en Alcalá. La historia de la prostitución, de las drogas, del alcoholismo. “En aquellos años había varias pandillas que eran para echarse a temblar, y en una ocasión estuvieron a punto de matarme, me arrojaron una botella de champán y me dejaron inconsciente, detrás de la barra, hasta que la policía llegó y me encontró junto a un charco de sangre”, cuenta Rafa.

La Belle cerraba sus puertas el 19 de mayo de 2001. Ahora, el libro de Rafa García nos trae los recuerdos, la crónica jamás contada de estos treinta años de la historia de nuestra ciudad que es, al fin y al cabo, la historia de todos nosotros.

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