La Hermandad del Rocío de Camas ha dado a conocer el nuevo traje de la Virgen del Rocío de su Bendito Simpecado, una obra que conjuga arte, liturgia y profundo simbolismo mariano. El diseño ha corrido a cargo de Gonzalo Cuevas y la ejecución ha sido realizada por el Taller de Nuestra Señora de los Ángeles, reconocido por su maestría en bordado tradicional.
El conjunto ha sido confeccionado sobre tisú de oro color marfil, “de brillo sutil”, una elección que “otorga elegancia y pureza visual al conjunto” y evoca la letanía mariana como “Torre de Marfil”. El uso del oro en la prenda alude a la realeza de María, resaltando su papel como Reina del Cielo.
“Este traje, bordado a mano en hilo de oro fino y sedas de colores, aplica técnicas tradicionales y más ricas del bordado en oro sevillano”, señalan desde la Hermandad. Entre las técnicas utilizadas se encuentran la hojilla, cartulina, entorchado rematado en sedas y la aplicación de lentejuelas, todo ello en un elaborado conjunto decorativo.
En cuanto a su simbología, predominan los motivos vegetales estilizados, como roleos, acantos y flores. Además, el frontal de la saya presenta como eje principal un elemento muy vinculado a la identidad local: “el símbolo de nuestro pueblo, un collar de siete florones asociado al tesoro tartésico”.
La zona baja del traje se embellece con una flor en estilo radiante o solar, símbolo “claro del Santísimo Sacramento”, mientras que el uso de colores dorados junto a sedas polícromas resalta “la majestad, gloria y la realeza de María como Madre de Dios”.
El manto y las mangas del traje mantienen la armonía del diseño general, enmarcando la imagen mariana con una “rica cenefa floral y detalles en canutillo”, en la que se incorporan los símbolos alfa y omega, expresión del principio y fin en la tradición cristiana.
Un encaje metálico dorado culmina la saya, el cuello, los puños y las mangas, al tiempo que se han añadido pequeñas piedras y lentejuelas de cristal, “para aportar destellos de luz, asociados con la pureza y divinidad de la Virgen”.
La Hermandad destaca también que “el uso de bordado en oro remite a las vestiduras litúrgicas festivas, reservadas para solemnidades y celebraciones mayores”, como es el caso de Pentecostés, fecha en la que se celebra la romería del Rocío.
Desde la corporación rociera subrayan que “este traje representa un equilibrio entre arte, devoción y liturgia, reforzando visualmente el papel de la Virgen como reina, intercesora y portadora de esperanza en el contexto eucarístico”.
El proyecto ha sido posible “gracias a la colaboración de un grupo de hermanos y devotos”, quienes han hecho realidad esta nueva pieza del ajuar de la Virgen del Simpecado.