Este martes se ha llevado a cabo la apertura oficial de la residencia para personas mayores Reifs Tomares, ubicada en la zona de Aljamar, en la calle Pastora Imperio, cerca de la rotonda del Parque de la Música. La inauguración contó con la presencia del alcalde de Tomares, José María Soriano, la consejera de Inclusión Social, Loles López, y Francisco Reifs, director general del Grupo Reifs. La nueva residencia ha supuesto una inversión superior a los 14 millones de euros y la creación de más de 100 puestos de trabajo, consolidándose como un proyecto de gran impacto para el municipio.
El edificio está diseñado siguiendo el modelo de atención centrada en la persona, donde el residente es el eje principal de los servicios. La residencia dispone de 180 camas distribuidas en 122 habitaciones individuales y 29 dobles, algunas con terraza y jardín privado. La organización del centro se basa en unidades de convivencia que agrupan entre 12 y 15 personas, ofreciendo espacios íntimos que favorecen la estimulación, el bienestar y la orientación personalizada. Además, el ambiente busca recrear un hogar acogedor, donde la luz natural y la conexión con la naturaleza juegan un papel fundamental para el confort de los residentes.
Entre los servicios que diferencian a esta residencia están la incorporación de tecnología de última generación, como el sistema ISECO basado en inteligencia artificial. Este sistema facilita al equipo multidisciplinar conocer el plan de cuidado de cada usuario y su evolución mediante tablets situadas en las habitaciones. Asimismo, cuenta con un programa de estimulación cognitiva, Neuron Up, para mantener la autonomía personal y retardar el deterioro cognitivo. El equipo sanitario multidisciplinar está compuesto por psicólogos, fisioterapeutas, trabajadores sociales, auxiliares de enfermería y terapeutas ocupacionales, quienes ofrecen atención integral y constante.
El centro también dispone de una zona especializada para personas con demencia que integra tecnología avanzada de reconocimiento facial para garantizar la seguridad sin ser invasiva. Esta tecnología permite detectar posibles desorientaciones y activar protocolos de seguridad automáticos para proteger a los residentes. La residencia incluye además diversas instalaciones como cocina propia, comedores, 14 salas de estar, gimnasio con fisioterapia, sala de cine, biblioteca, restaurante-cafetería, capilla, amplias zonas ajardinadas, lavandería, peluquería y podología. Con un certificado energético clase A y placas solares fotovoltaicas, el centro apuesta también por la sostenibilidad ambiental, consolidándose como un referente en atención geriátrica en la zona.