J.F.J., el hombre acusado de haber golpeado repetidamente a un hombre en su vivienda, en Almería, en la cual le retuvo y donde le introdujo atado de pies y manos en la bañera mientras le amenazaba con electrocutarlo con un electrodoméstico encendido si no le indicaba donde se encontraba la caja fuerte, ha sido condenado a nueve años de prisión tras reconocer los hechos alcanzar un acuerdo con el Ministerio Público.
Así lo ha indicado a Europa Press el letrado de la defensa, Nabil El Meknassi, quien ha precisado que finalmente el acusado ha aceptado cinco años de prisión por los delitos de detención ilegal y robo con violencia, dos años por un delito de lesiones y otros dos años por el delito de tenencia ilícita de armas. Además, también se le ha impuesto una multa por un delito leve de amenazas.
Según la calificación de la Fiscalía, el acusado abordó a la víctima cuando esta llegaba a su vivienda en Roquetas de Mar. Así, le cubrió la cabeza con una prenda y le amenazó con una pistola para que le dijera "donde estaba la caja fuerte", si bien el perjudicado negó en todo momento que tuviera una en su casa. Tras varias horas, el acusado reconoció que se había equivocado de vivienda.
La Fiscalía solicitaba inicialmente 13 años de prisión por los hechos que tuvieron lugar en la noche del 11 de agosto de 2015, noche en la que el acusado obligó "violentamente" a la víctima a entrar en su casa mientras le apuntaba con un revólver en la sien.
Una vez dentro, tapó la cara de la víctima con una prenda para "golpearle con violencia por todo el cuerpo" con "patadas y puñetazos" mientras le habría dicho: "Sé que tienes una caja fuerte, dime dónde la tienes".
Fue entonces cuando, según sostiene el fiscal, la víctima fue conducida hasta el baño, donde fue atada de manos y pies y recibió un corte en una pierna. Acto seguido, fue introducida en la bañera con el grifo abierto, "impidiendo que respirase con normalidad al empaparse la prenda que le había colocado previamente en la cara".
La víctima, que negó en todo momento poseer una caja fuerte, fue amenazada por su captor, quien encendió un electrodoméstico y le dijo que lo tiraría al interior de la bañera si no le desvelaba el lugar en el que se encontraba el cofre.
Ante la persistente negativa de la víctima, el acusado habría optado por buscar él mismo la caja fuerte para, finalmente, volver al baño y decirle al perjudicado que "se había equivocado". Así, según la acusación fiscal, el hombre huyó de la vivienda dejando a la víctima en la bañera pero llevándose consigo 2.000 euros, una alianza y un teléfono móvil. Igualmente, habría provocado desperfectos por valor de 380 euros.
En su marcha, el acusado se habría topado además con dos mujeres mientras se encontraba en los alrededores de un bar, a las que dijo "muy confiadas sois ustedes", momento en el que habría mostrado el arma de la que no poseía licencia y habían borrado el número de serie.