Miles de regantes se han concentrado este lunes frente a las instalaciones de la desaladora de Villaricos en Cuevas del Almanzora (Almería) para exigir al Gobierno central su "urgente reparación" ante la falta de recursos hídricos en la zona, ya que la instalación construida por Acuamed e intervenida por la Audiencia Nacional en el marco de la operación 'Frontino', se encuentra inutilizada debido a los efectos de una riada en septiembre de 2012.
La convocatoria, auspiciada por la Mesa en Defensa del Agua de Almería, ha sido apoyada por empresas de comercialización de frutas y hortalizas, agencias de transporte internacional por carretera y alcaldes de la comarca del Almanzora, así como por organizaciones agrarias, comunidades de regantes y la asociación de empresarios de Almería, entre otros agentes.
Los regantes han criticado que los parlamentarios que representan a la provincia almeriense en Madrid y Sevilla no han sido "capaces de conseguir en cinco años que el Ministerio de Agricultura procediera a la reparación de la desaladora de Villaricos". "¿Quién nos defiende a nosotros? ¿Quién va a salir diciendo que Almería necesita agua para seguir creando riqueza?", se ha cuestionado el portavoz de la Mesa del Agua, José Antonio Fernández.
El portavoz ha instado a las fuerzas políticas de Almería a que "inicien urgentemente el diálogo conjunto y defiendan ante el Gobierno y ante la Junta de Andalucía una postura común en torno al agua que esté alineada con las propuestas de los regantes, con el objetivo de garantizar a corto plazo las necesidades hídricas del sector agroalimentario almeriense".
"Desde mañana mismo, los parlamentarios almerienses tienen que exigir a sus jefes políticos una solución urgente a la falta de agua en el Almanzora, y si no lo consiguen es mejor que dejen de representar a esta provincia y se marchen a su casa", ha manifestado por su parte el presidente de la Junta Central de Usuarios del Almanzora, Fernando Rubio.
"MIX HÍDRICO"
La Mesa del Agua ha defendido la necesidad de establecer con urgencia un "mix hídrico" que "combine los recursos procedentes de trasvases, desalación y reutilización". "Basta ya de políticos que nos cuestan un millón de euros al año y que no atienden los problemas del agua, la materia prima de la que depende el principal sector económico de la provincia", ha dicho Fernández, quien ha explicado que "el problema de los políticos, de todos en general, es que no toman conciencia de la gravedad real a la que se enfrentan importantes zonas de producción debido a la falta de agua, solo se acuerdan de la agricultura cuando necesitan nuestros votos".
El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) ha remarcado en su intervención que "la peor sequía es la sequía de las ideas y de las infraestructuras", toda vez que ha reivindicado "agua para Almería, de donde sea, cuanto antes y a un precio justo".
La Mesa del Agua ha insistido en que entre las actuaciones prioritarias se encuentran la finalización de la 'Autovía del Agua', la reutilización de aguas depuradas, la ampliación de la desaladora de Carboneras, la recuperación de la desaladora de Rambla Morales, la construcción de una desalobradora en la Balsa del Sapo, la ampliación de la desaladora de Balerma, la regularización de los derechos de riego, el plan de consolidación de riegos y la puesta en marcha de juntas centrales de usuarios en las masas de agua sobreexplotadas.
UNA NUEVA DESALADORA
Por su parte, el presidente de Aguas del Almanzora, la sociedad que gestiona el Trasvase Negratín-Almanzora, Javier Serrano, ha incidido en la necesidad de "construir una nueva desaladora en la comarca", para lo que los regantes ya cuentan con un proyecto que contempla una planta con capacidad para producir 30 hectómetros cúbicos anuales. "Lo que necesitamos ahora es el compromiso firme de la Junta de Andalucía para cofinanciar cuanto antes las obras en las que estamos dispuestos a contribuir con hasta el 40 por ciento de su valor", ha dicho.
Serrano ha explicado que la "negativa" del Gobierno a autorizar nuevos trasvases "obliga en estos momentos a apostar por la desalación", si bien ha puntualizado que el "elevado precio" del agua desalada "restará competitividad a la agricultura almeriense si no se abarata, algo que puede conseguirse mediante la implantación de las energías renovables en los procesos de desalación", según ha asegurado.
Actualmente, según los cálculos de la entidad, el 49 por ciento del precio del agua desalada corresponde al coste eléctrico, de ahí el interés de los regantes por implantar en la agricultura almeriense un nuevo modelo energético "que además contribuya a reducir las emisiones de dióxido de carbono imputables a la actividad agraria".
El nuevo año hidrológico, que comenzó el pasado uno de octubre y que finalizará el 30 de septiembre de 2018, se inicia en Almería con un déficit hídrico de 191,8 hectómetros cúbicos debido a la sequía, que ha llevado a la suspensión temporal de los trasvases del Negratín-Almanzora y del Tajo-Segura; y a la ausencia de infraestructuras adecuadas que permitan el aprovechamiento de otros recursos hídricos.