La técnica consiste en la colocación, por un especialista de digestivo, de una gastrostomía endoscópica percutánea, esto es, de una vía de comunicación con el estómago a través de la piel para poner una sonda a través de la cual se administra de forma continua la medicación.
El neurólogo del centro portorrealeño, Juan José Asencio, ha explicado que este novedoso tratamiento está empezando a dar ya sus frutos, ya que al administrar directamente el medicamento al intestino delgado, se consigue un flujo continuo y uniforme que se puede ajustar a la función de las necesidades individuales del paciente.
El perfil del candidato, tal y como ha relatado el doctor Asensio, es el de un paciente con fluctuaciones motoras y/o discinesias –movimientos anormales e involuntarios en las enfermedad severa, con ausencia de deterioro cognitivo grave y de alteraciones psiquiátricas; así como apoyo familiar con cuidados adecuados.
no en cirugías
Además, no está indicado para los candidatos a tratamientos quirúrgicos, ni deben estar controlados con apomorfina (medicamento que se utiliza para tratar los llamados bloqueos, que son problemas de movilidad y dificultad para caminar y hablar bruscos que presentan los pacientes con Parkinson en fase avanzada).