Villamanrique y El Puerto vuelven a unirse para anunciar la romería y el camino. Juan Márquez no dudó en recurrir a poemas para ensalzar a la Blanca Paloma
El presidente de la Primera, Real, Imperial, Fervorosa, Ilustre y Más Antigua Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Villamanrique de la Condesa, Juan Márquez, ofreció en la noche de ayer un pregón del Rocío de El Puerto de lo más clásico, repleto de poemas y referencias al camino, a la virgen y a la hermandad, pero a la vez lleno de anotaciones históricas sobre El Puerto de Santa María, con lo que el pregonero hizo gala de sus conocimiento como catedrático de historia y sobresaliente historiador del Rocío.
Juan Márquez tampoco se olvidó de los lazos que unen las hermandades de Villamanrique y El Puerto y recordó cómo hace una año las dos realizaron “su histórica presentación”, en el cincuenta aniversario de la fundación de la hermandad rociera portuense.
Fue un pregón apasionado, lleno de sentimientos, que gustó al público que llenó el Auditorio Municipal San Miguel, la antigua iglesia del monasterio hoy desacralizada y que ayer se convirtió en el templo rociero de El Puerto.
El pregonero, que fue presentado por el secretario de la hermandad de Villamanrique, Antonio José Garrido, definió El Puerto de Santa María como “el mejor paraíso creado por Dios” y aseguró que la Blanca Paloma “ya espera en la aldea con los brazos abiertos la llegada de sus hijos de El Puerto”.
Márquez indicó que el pregón “es el punto y partida de las grandes acontecimientos que viviremos este año”.