No es cuestión de confundir churras con merinas ni el hecho de que el Regimiento de Artillería de Costa número 4 (Racta 4) haya celebrado su tricentenario en el centro de San Fernando quita que exista un “contencioso” entre la ciudad y las instalaciones militares del Ejército de Tierra. Al día de hoy, militares asentados en esa zona de la ciudad siguen siendo vecinos y como bien decía el coronel del regimiento, sus hombres y mujeres viven en La Isla y en La Isla tienen a sus hijos, en sus colegios, en sus jardines, en donde están todos los demás isleños grandes y pequeños, pobres y ricos. Pero tras el agradecimiento al detalle de la familia artillera, se puede seguir recordando que es necesario redistribuir unos terrenos que sin dejar de servir al cometido militar que tienen, de forma más o menos razonable, sirvan para el desarrollo económico de una ciudad para la que las Fuerzas Armadas no pueden pasar de haber sido su sustento a ser un lastre para su futuro.