El acto fue presidido por el almirante jefe de Apoyo Logístico Bahía de Cádiz, vicealmirante José Pita Rodríguez, el director del Museo Naval, capitán de navío Tomás Mendizabal, y el director de Navantia San Fernando, Fernando Migueles.
El primer mascarón de Elcano, que representa a la diosa Hispania, se construyó entre los años 1925 y 1927, período de media entre la puesta en la quilla del buque y su botadura en el astillero de Cádiz. Su autoría pudiera corresponder al escultor bilbaíno Federico Sáenz Venturini, aunque no existen documentos conocidos que los acrediten.
Tras una complicada y difícil labor de restauración, dado el estado de degradación que tenía la madera, se ha conseguido consolidarlay recuperar la primera capa de la pintura original, eliminando hasta trece capas de otras pinturas que lo cubrían. Esta valiosa pieza pasará a formar parte de la colección estable del Museo Naval de San Fernando, que es donde permanece desde el año 1992 procedente del Cuartel de Instrucción de Marinería, donde ya había sufrido una primera intervención durante la década de los años 80 del siglo XX, con el fin de reponer la cabeza de la figura femenina, la cual había sido cortada, posiblemente, al concluir la Guerra Civil Española. Precisamente la cabeza originaria, llegada desde Madrid, estuvo también presidiendo el acto desarrollado en el Museo Naval isleño.
Como ya se ha apuntado anteriormente, los trabajos de restauración de la pieza se iniciaron a cargo de la empresa Aula 3 Actuaciones Integrales sobre el Patrimonio, de San Fernando, en marzo de 2009.
Las fases
La primera parte de la intervención tuvo lugar entre los faldones anejos a la figura. Se extrajeron de los mismos todas las piezas metálicas y se realizó una limpieza mecánica y química. Una vez concluida la limpieza, se procedió a la aplicación de un fungicida y biocida. Al estar ya consolidado el soporte, se realizó un estudio estratigráfico que reveló la existencia de trece capas de pintura distintas y superpuestas, además de dos estucos. Se estableció el criterio de limpieza de todas esas capas de pintura añadida hasta llegar a la original. La lectura del relieve escultórico mejoró considerablemente.
Se llegó a la conclusión, una vez finalizado el trabajo, que la pintura original era de un dorado de purpurina en los relieves prominentes, mientras que en las zonas hundidas apareció un azul cobalto, próximo al turquesa. Este juego de colores provoca un efecto de relieve mucho más pronunciado, simulando un efecto de espuma sobre las olas azules del mar. Por último, se procedió a la protección de la capa pictórica original, con una resina acrílica diluida en disolvente nitrocelulósico.
La intervención en la figura femenina comenzó en mayo de 2009. La actuación de produjo de forma muy similar a la de los faldones. Lo primero que se hizo fue descolgar la figura del emplazamiento en el que se encontraba para poder trabajar sobre ella en horizontal. Nuevamente se extrajeron todos los elementos metálicos, a excepción de la faja que une los tablones de madera que conforman la figura. Se procedió a su posterior limpieza y eliminación de repintes añadidos, y se observó que la madera empleada en los faldones y en la figura central era distinta. La primera es una madera dura, de caoba, mientras que la segunda es una madera blanda con mucha veta. Apenas se han conservado restos de la pintura original. Una vez concluida la limpieza, se realizó la consolidación estructural del soporte con el biocida y el fungicida, además de la consolidación de la capa pictórica con la resina protectora. Por último, se realizó una reintegración volumétrica en la zona inferior del escudo, en el pie del mascarón, ya que se encontraba en muy malas condiciones y no permitía apreciar bien esta parte de su conjunto.