La entrecalle del paso estará presidida por dos reliquias, la de San Francisco de Asís y otra de Santa Clara, gracias a que las madres clarisas las han prestado para dar testimonio de la fe franciscana de la Hermandad en la estación de penitencia.
“Son piezas de gran belleza, que darán mayor elegancia y seriedad al paso”. Las reliquias siempre han estado en el convento. Por ello, las hermanas cuidarán como hasta ahora de las reliquias en el relicario que la Cofradía de Los Estudiantes les entregarán. Las reliquias llegarán a la Merced con el Cristo en su vía crucis y volverán al convento con el Señor el Martes Santo.
El diseño del relicario ha sido realizado por Javier García Molina, mayordomo de la Virgen y reconocido bordador jienense. Lo hará realidad el joven orfebre jienense Juan Francisco López Pareja, que ha acogido el proyecto con una “enorme ilusión”.
Será de metal plateado con una gran cruz de carey en el centro del relicario y a cada lado de la cruz, dos óvalos que albergarán cada una de las reliquias de estos dos santos tan influyentes en la vida de la Cofradía.
La pieza ha sido donada por los miembros de la Tuna Universitaria del Distrito de Jaén, que acompañan a la Virgen desde hace 30 años.
En la Tuna llevaban tiempo preparando un regalo especial a Nuestra Señora de las Lágrimas y cuando se les planteó este proyecto no dudaron de hacer frente a su coste. “Desde la Tuna han mostrado su interés por vincularse con la Cofradía de una forma activa y aportando su granito de arena para llevar a cabo los proyectos que ésta tiene en mente realizar”, confirman desde la Junta de Gobierno.