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El Bizkaia coge ventaja ante un Madrid noqueado y sin respuestas

Los jugadores entrenados por el griego Fotis Katsikaris, que está dominando la eliminatoria a su antojo, han dejado claro hasta donde quieren llegar.

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El Bizkaia Bilbao ha cogido hoy ventaja de 2-1 en la serie de semifinales que le enfrenta al Real Madrid tras una clara victoria (68-50) ante un rival noqueado y sin respuestas a la tremenda determinación local, impulsada además por el incesante apoyo recibido de la abarrotada grada del Bilbao Arena.

El partido, de los más trascendentes de la historia del baloncesto vizcaíno, ha sido muy parecido al de hace dos días en la Caja Mágica de Madrid hasta descanso pero sin la reacción tan briosa del conjunto blanco en la segunda parte.

Los jugadores entrenados por el griego Fotis Katsikaris, que está dominando la eliminatoria a su antojo, han dejado claro hasta donde quieren llegar en una temporada que ya les es inolvidable y que lo ocurrido el domingo en Madrid no fue flor de un día.

Hoy han vuelto a mostrarse intensos, determinados e inasequibles en demasía para un rival que parece haber dado por terminada la temporada y cuya imagen acabará muy tocada si no lo remedian, que no apuntan a ello, el jueves en esta misma cancha.

Todos los jugadores locales rayaron a enorme altura, ya que, más que lo estadístico, loo relevante en esta serie siempre a pocos puntos está siendo la actitud. Y la de los hombres de negro es modélica.

Aunque sí es verdad que la actuación de Marko Banic, con 13 puntos, 11 rebotes, 20 de valoración y rescatando a su equipo en el único amago real de reacción visitante, ha tenido una especial importancia en el marcador final. Los triples de Janis Blums (4/7, 12 puntos) también tuvieron su relevancia, como el denodado trabajo de Aaron Jackson y Axel Hervelle.

El Madrid dio síntomas de proyecto acabado y jugadores incapaces de sobreponerse a la presión de un rival en principio inferior, pero, eso sí, casi en estado de gracia. Solo Sergio Rodríguez, con 18 puntos, amagó con rebelarse al fracaso que a su equipo le venía encima.

El choque comenzó igualado en sus primeros minutos, en los que el Madrid aguantó el ardor local. Pero tras el 6-7, los de Katsikaris, dirigidos por unos enormes Jackson y Hervelle, encadenaron un parcial de 13-0 que les dio 12 puntos de ventaja (19-7) que no pudo frenar ni el primer tiempo muerto de Molin con 11-7 en el marcador.

Se recuperaron los blancos un poco con la salida de Sergio Rodríguez y un par de tapones en la zona (19-13), pero el Bizkaia continuó a lo suyo y terminó el primer cuarto con una buena ventaja de 9 puntos (22-13).

La mantuvo e, incluso, la amplió en los siguientes diez minutos el equipo de negro ante un Madrid lamentable que apenas si anotó 4 puntos en 8 minutos y acabó completando un primer tiempo que no fue pero al del segundo partido en la Caja Mágica porque el equipo bilbaíno también encalló en ataque.

Aún así, llegó a alcanzar hasta 16 puntos de ventaja (33-17) a dos minutos para el descanso. Un par de errores en ataque de los locales y 4 puntos seguidos salvaron al Madrid de verse en la tesitura de hace dos día, aunque esta vez en terreno hostil (33-21).

No cambiaron las cosas tras el descanso largo. Al contrario que el domingo, los blancos no variaron de actitud, fría, sin ideas y premiosa. Así, apenas si sumaron 3 puntos en cinco minutos y el Bizkaia, sin tampoco mucha anotación, se fue otra vez a 16 de ventaja (42-26).

Ahí reaccionó el Madrid, con la segunda aparición en escena de Sergio Rodríguez, que metió a su equipo en el partido con 8 puntos seguidos en un parcial de 3-14 que penalizó la falta de anotación de los de negro, confiados fundamentalmente en su defensa y el atasco blanco en ataque (45-40).

No obstante, una canasta con tiro adicional casi sobre la bocina de Banic, el único que anotó en ese negativo tramo de su equipo, rescató a su equipo de cara al último cuarto, al que llegó 8 puntos arriba (48-40).

Fue tan importante esa jugada que el Bizkaia recuperó el resuello y con un arranque espectacular ya le puso imposible las cosas a un rival ya rematado con un 59-42 tras una batería de triples de los locales.

Un tiempo muerto de Molin en ese momento ya nada podía hacer ante el acelerón rival de la mano de un público que ayudó tanto al triunfo como el planteamiento de Katsikaris y la ejecución de sus jugadores. Hasta de 20 se llegó a marchar el Bizkaia (68-48) antes de que su rival dejase las cosas en el 68-51 definitivo.

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