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Andalucía

Ministros en política regional, el plan que no siempre funciona

¿Es una ventaja electoral tener en el currículum haberse sentado en el Consejo de Ministros? No siempre. La verdad, casi nunca

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  • Montero y Espadas en el acto de presentación de la precandidatura. -

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, ha sido el último miembro del Consejo de Ministros en anunciar su disposición a pasar a la política regional, uniéndose así al nutrido grupo de ministros de Pedro Sánchez que aspirarán a encabezar gobiernos autonómicos en 2027.

Pero no se trata de ninguna novedad; en los últimos años han sido varios los ministros, de PSOE, PP -e incluso de Podemos, como el caso de Pablo Iglesias- que intentaron, con más o menos éxito, hacer valer su paso por el Ejecutivo para concurrir a la contienda regional.

¿Es una ventaja electoral tener en el currículum haberse sentado en el Consejo de Ministros? No siempre. La verdad, casi nunca.

Los ministros de Sánchez, a la reconquista territorial

Son varios los ministros del gobierno de Pedro Sánchez dispuestos a bajar a la arena autonómica en un intento de recuperar para el PSOE parte del poder regional perdido en las elecciones de mayo de 2023.

Tras esos comicios y los posteriores acuerdos, los socialistas pasaron de gobernar en nueve comunidades autónomas a hacerlo en tan solo tres: Asturias, Navarra y Castilla-La Mancha. Por contra, el PP preside doce gobiernos autonómicos.

Además de Montero, que optará a la secretaría general del PSOE andaluz para intentar luego desbancar a Juan Moreno de la presidencia de la comunidad, otros tres ministros tratarán de hacerse con las riendas del partido en Aragón, Pilar Alegría; en la Comunidad Valenciana, Diana Morant; y la Comunidad de Madrid, Óscar López, como paso previo a disputar la presidencia regional.

A ellos podría unirse incluso el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, el canario Ángel Víctor Torres, que ya lidera a los socialistas en las islas y que podría intentar en 2027 volver a la presidencia de Canarias que ya ostentó entre 2019 y 2023.

Esperanza Aguirre y los casos de éxito

Repasando las últimas décadas de la política nacional aparecen algunos casos de éxito en los pasos desde la política nacional a la regional.

Esperanza Aguirre, ministra de Educación y Cultura en el primer gobierno de José María Aznar (1996-1999) y posteriormente presidenta del Senado hasta 2002, se convirtió en presidenta de la Comunidad de Madrid en noviembre de 2003, cargo que mantuvo hasta su dimisión por razones personales en 2012.

Su designación como presidenta autonómica estuvo precedida de una repetición electoral por el polémico caso de dos tránsfugas del PSOE que se ausentaron en la votación en la que debería haberse elegido al socialista Rafael Simancas.

José Montilla fue ministro de Industria, Turismo y Comercio con José Luis Rodríguez Zapatero entre abril de 2004 y noviembre de 2006 cuando fue designado candidato socialista a la Generalitat de Cataluña.

En noviembre de ese año fue investido presidente de la Generalitat gracias al acuerdo tripartito de los socialistas catalanes con ERC e ICV. Se mantuvo en el cargo hasta las elecciones de 2010, en las que el PSC sufrió un notable retroceso.

Otro socialista catalán, Salvador Illa, llevó el aval de su pasó por el Gobierno -fue ministro de Sanidad en 2020, durante la peor parte de la pandemia- para convertirse primero el líder del PSC y en 2004 en presidente de la Generalitat.

Jaume Matas ya había presidido el gobierno de Baleares entre 1996 y 1999 cuando entró en el gabinete de José María Aznar como ministro de Medio Ambiente (2000-2003). Matas hizo el camino de ida y vuelta, ya que regresó a la presidencia de esa comunidad en las elecciones de 2003 en la que se mantuvo hasta 2007.

Pablo Iglesias y otros fracasos

Este capítulo tiene más protagonistas que el anterior y entre ellos destaca el del líder de Podemos, Pablo Iglesias, que dejó la vicepresidencia segunda del primer gobierno de coalición -en la que permaneció un año- para concurrir como cabeza de lista de Unidas Podemos a los comicios de la Comunidad de Madrid.

La pugna entre dos personajes tan mediáticos como Iglesias e Isabel Díaz Ayuso se saldó con una amplia mayoría absoluta de la dirigente del PP y con el líder de Unidas Podemos abandonando la política institucional tras sus malos resultados.

Jaime Mayor Oreja fue candidato a lehendakari por el Partido Popular en 1990 y 1994, antes de ser ministro del Interior con José María Aznar entre 1996 y 2001, año en el que dejó el Consejo de Ministro para volver a intentar presidir el Gobierno vasco. Su candidatura fue la segunda más votada.

Otro ministro de confianza de Aznar, Josep Piqué, que ocupó varias carteras entre 1996 y 2002, además de la portavocía del Gobierno, tampoco logró ser profeta en su tierra cuando concurrió como candidato del PP a la presidencia de la Generalitat de Cataluña en 2003 y 2006.

En el campo socialista, Juan Fernando López Aguilar, en Canarias, y Ángel Gabilondo, en Madrid, estuvieron cerca de culminar con éxito el paso de los política nacional a la regional pero no lo consiguieron.

El primero, ministro de Justicia con José Luis Rodríguez Zapatero entre 2004 y 2007, dejó ese año para optar a la presidencia de Canarias. Fue el más votado pero no logró gobernar.

En cuanto a Gabilondo, ministro de Educación entre 2009 y 2011 y tras un regreso temporal a la docencia, fue el candidato socialista a la presidencia de la comunidad de Madrid en 2015 -el PSOE fue segundo-, 2019 -se alzó con la victoria pero no logró apoyos para gobernar- y en 2021, convocatoria en la que cosechó los peores resultados de los socialistas en Madrid.

Trinidad Jiménez y la resistencia los líderes regionales

El aterrizaje de ministros en las candidaturas territoriales de sus partidos no siempre es pacífico y los líderes territoriales suelen resistirse en mayor o menor medida a las presiones de la dirección nacional del partido.

El caso de Trinidad Jiménez y Tomás Gómez -otra vez en Madrid- ilustra como ninguno esas resistencias.

Jiménez había ocupado varios cargos orgánicos en el PSOE y en el Gobierno de Zapatero, en el que llegó a ser ministra de Sanidad entre abril de 2009 y agosto de 2010.

Ese año, pese a la presión de la dirección del partido y el apoyo explícito del presidente del Gobierno a Jiménez para que encabezará la candidatura del PSOE a la Comunidad de Madrid, el entonces líder regional, Tomás Gómez, se negó a dar un paso al lado y ambos se midieron en primarias.

Gómez fue el ganador y Jiménez siguió en el Gobierno al asumir la cartera de Asuntos Exteriores y Cooperación.

Y es que ser o haber sido ministro no siempre es garantía de éxito en la política regional.

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