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El Rota vuelve a golpear a una Roteña que acabó desquiciada con el árbitro (1-0)

Álex Bernal marcó el único gol del partido desde el punto de penalti. Raúl Vidal y Dani Güiza acabaron expulsados

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  • Disputa por el balón en el derbi roteño del Antonio Pazos 'Monago' -

La historia se repitió en el derbi roteño. No solo por el resultado, que se saldó nuevamente con victoria por la mínima de 1-0 a favor del CD Rota con gol de Álex Bernal. También por el contexto en el que se enmarcó este importante encuentro para el fútbol local. La Roteña, que como sucediese en la ida llegaba al derbi en una dinámica espectacular de resultados, volvió a pinchar, por lo que perdió una oportunidad ideal para redimirse del mazazo sufrido allá por el mes de noviembre en el Manuel Bernal. Esta vez, se mostró algo más segura en sus opciones y menos temerosa ante el posible error que en aquel partido, aunque no demasiado. Apenas se asomó en todo el partido a la portería defendida por un Alvarado que no tuvo ni siquiera que intervenir. Frente a él, la línea defensiva actuó a un nivel sobresaliente, a diferencia de otras ocasiones en las que parecía estar completamente rota. Esa, quizás, fue una de las claves para tratar de entender un partido del que la Roteña volvió a salir con la cabeza agachada, al igual que sus aficionados.

Aun así, no fue el juego de los suyos lo que recriminó una y otra vez el sector rojillo desde la grada, sino la actuación de un árbitro que, con más o menos razón, terminó convirtiéndose en absoluto protagonista. La señalización de varios fuera de juego empezó a añadir leña al fuego, pero la furia se desató por completo cuando, pasado el minuto 60 con empate a cero en el marcador, Raúl Vidal fue expulsado por lo que el colegiado interpretó como un plantillazo a un rival. Verse con uno menos sobre el campo, además de perturbar su concentración en el partido, lo puso todo cuesta arriba para la Roteña. Hasta ese momento, el encuentro estaba bastante nivelado; bastante, que no totalmente, porque el Rota, en realidad, sí que contó con varios acercamientos a la portería contraria mucho antes incluso de que llegara la acción de la polémica. Sobre todo, por mediación de Álex Bernal, la referencia de este Rota, que, si es considerado uno de los futbolistas más destacados de la plantilla verderona, además de por unas cualidades sensacionales con el balón en los pies, es precisamente por aparecer siempre en los grandes escenarios; en los momentos más importantes, cuando más le necesita su equipo. El delantero roteño fue quien buscó un lanzamiento desde la banda derecha en el transcurso de la primera parte que acabó estrellándose en el palo más cercano.

Antes de eso, había obligado a Jairo Ruiz a realizar una buena estirada abajo para detener un potente disparo centrado. El portero de la Roteña terminó siendo el mejor de su equipo. Con diferencia, además. También en la primera parte, tuvo que intervenir con una doble parada para terminar de desesperar al Rota que, aun así, continuó intentándolo con mucho empeño, tirando de una gran demostración de perseverancia, hasta disponer de una nueva ocasión manifiesta que, esta vez, llegó ya en la segunda mitad. Pero otra vez apareció Jairo, que metió una manopla sensacional para desviar un cabezazo directo a la escuadra. Estaba parándolo absolutamente todo, en una de sus mejores actuaciones que se recuerdan como portero de la Roteña, aunque cuando el árbitro señaló el punto de penalti tras una acción algo rocambolesca en el interior del área, no pudo hacer un milagro. Terminó venciéndose hacia el lado contrario al que envió el balón con un fuerte chutazo Álex Bernal, pasado el minuto 70 de partido. El gol extendió la euforia en el lado de la grada desde donde presenciaban el encuentro los numerosos seguidores del Rota, que ondearon las banderas verdes al cielo con alegría. La otra cara de la moneda, a escasos metros de allí, manifestaba un enfado inmenso la afición de la Roteña. Uno de los más irritados, Dani Güiza, que vio la roja minutos después ya en el banquillo tras ser sustituido, en un partido en el que había pasado completamente de puntillas.

Era la octava amonestación que había mostrado hasta ese momento Jiménez Sánchez. Hasta el final del partido, sacaría siete amarillas más, elevando hasta 15 el número de tarjetas totales, sin contar la expulsión del segundo de Pecci, Javi Muñoz. Una cifra desproporcionada, quizás, que no se mostró como el mejor reflejo para entender un partido ni mucho menos abroncado. El comportamiento de las dos aficiones fue ejemplar, al igual que el de los jugadores sobre el campo. Ni siquiera los continuos derribos sobre Javi Zafra cuando el roteño salió al campo para revolucionar la banda derecha, fueron suficientes para levantar chispas entre dos equipos siempre abrazados por la deportividad y el respeto. Mediante esas faltas, la Roteña pudo sacar algunas acciones de provecho a través del balón parado, que se convirtieron en la única manera de buscar el empate en un partido totalmente controlado por el Rota a esas alturas, a falta de poco más de un cuarto de hora para el final. Eso sí, sin demasiado resultado. Tanto es así, que incluso estuvo más cerca el 2-0 que las tablas, como parte de una recta final de partido en el que el Rota buscó el envío de balones a la olla con más corazón que cabeza. No acertó en la estacada frente a la portería de un Jairo Ruiz inmenso en los cielos que lo atrapó todo, aunque tampoco es que le hiciera demasiada falta. Tenía los deberes ya hechos para terminar de certificar tres puntos que dieron paso, después, a la celebración posterior en el campo junto a un grupo eufórico de aficionados. Una fiesta un tanto aguada, literalmente, pues de forma repentina comenzó a caer una ligera lluvia que desalojó rápidamente a todos los aficionados desde las gradas del Antonio Pazos ‘Monago’. Muchos se mojaron, aunque, como se suele decir, al mal tiempo, buena cara.

Especialmente tras sumar una victoria que, a diferencia de lo que dice la tabla clasifictoria, vale mucho más que tres puntos: un impulso anímico tremendo para el vencedor, y un golpe duro de digerir para el derrotado… justamente lo que sucedió tras el partido de ida. La Roteña, por su parte, tratará de desafiar este destino con un triunfo la próxima semana en casa ante el Ciudad de Cádiz, para continuar metiendo presión al Racing Club Portuense en la lucha por el liderato. Al Rota, por el contrario, le tocará visitar al Puerto Real, en busca de estirar la buena racha para no despegarse de los cuatro primeros puestos y seguir soñando con algo grande en esta Primera Andaluza que todavía nos podría deparar un nuevo derbi… o dos. Quizás, en los play-off.

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