El tiempo en: Rota
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Sevilla

Los ingenieros de minas defienden la prolongación de la vida de las centrales nucleares

El Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur ha mostrado su apoyo al sector nuclear con la organización de su Junta de Gobierno en Almaraz

Publicidad Ai

La Junta de Gobierno del COIMS en Almaraz.

La Junta de Gobierno del COIMS en Almaraz.

La Junta de Gobierno del COIMS en Almaraz.

El Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur (COIMS) ha organizado su Junta de Gobierno en la central nuclear de Almaraz para mostrar su apoyo al sector y defender, ante las autoridades competentes, la prolongación de la actividad de todas las instalaciones de este tipo en España.

Durante la jornada, que ha incluido la visita de las instalaciones, el COIMS ha destacado los datos de la asociación Foro de la Industria Nuclear Española, que indica que los siete reactores nucleares operativos a nivel nacional generaron el 19,57% de la electricidad total en 2024. Una cifra que ha consolidado a la energía nuclear como la segunda fuente de producción. Asimismo, representantes del Colegio han defendido que se trata de una tecnología que genera el 25,28% de la electricidad sin emisiones de CO2, según ha informado a través de un comunicado.

“Las centrales nucleares deben estar operativas más allá de los plazos fijados. Su valor estratégico aporta estabilidad al sistema eléctrico y permitirá una transición energética más económica y, por tanto, más justa”, han expresado desde el Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur. Además, el cierre precipitado de las centrales en las localidades de Almaraz (Cáceres), Cofrentes (Valencia), Ascó y Vandellós (Tarragona), también supondrá un impacto negativo en el empleo y la economía local.

“La paralización general de estos reactores conllevará un incremento de emisiones de CO2, un aumento del coste de la energía y una mayor dependencia de países como Rusia, principal suministrador de gas natural a España”, ha subrayado Juan Ignacio López-Escobar, decano-presidente del Colegio de Ingenieros de Minas del Sur e ingeniero de Minas especializado en Energía y Combustibles. 

La decisión será solo “perjudicial”, mientras que “el resto de los países de Europa y del mundo están apostando por el mantenimiento de las centrales nucleares existentes y el desarrollo de nuevas instalaciones”, ha recalcado el decano-presidente del COIMS.

En este sentido, López-Escobar ha recordado que el mes pasado el departamento de Competencia europeo dio su visto bueno al plan de ayudas públicas de Bélgica para prorrogar diez años la vida de dos reactores nucleares. Igualmente, ha compartido que el posicionamiento del COIMS está plenamente alineado con el manifiesto firmado por varias empresas nucleares y al que se adhirieron instituciones como el Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas. “Cabe destacar que el sector nuclear cumple con los estándares de seguridad, eficiencia y sostenibilidad más exigentes”, ha señalado López-Escobar.

Consecuencias de la presión fiscal

Para el Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur, “la continuidad de las centrales nucleares, más allá de las ventajas estratégica y técnicas expuestas, pasa por corregir la creciente y asimétrica presión fiscal que sufre la energía producida de esta tecnología”. En los últimos cinco años, la fiscalidad de las centrales nucleares en España ha aumentado más de un 70%. 

“Entre 2025 y 2035, podría suponer más de un 40% de sus costes totales, lo que deteriora su competitividad y penaliza su viabilidad económica”, han asegurado desde el COIMS y han añadido que “si se ajustase la presión fiscal, la tecnología nuclear, además de no emisora es competitiva, contribuyendo de forma significativa a una menor dependencia de fuentes energéticas externas”.

Impacto en Almaraz

“El cierre de una central nuclear con solo 47 años en funcionamiento es inexplicable, ya que la media de este tipo de instalaciones funciona en torno a 80 años”, ha apostillado López-Escobar, sobre las instalaciones de Almarz. 

El fin de su actividad implicaría la destrucción de 800 empleos directos y 3.000 indirectos. “El shock económico que tendría en la zona el cierre de Almaraz aleja una vez más a Extremadura del desarrollo económico. Un agravio más a una región que tradicionalmente ha sido siempre desfavorecida”, han indicado desde el COIMS.
 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN