Esta identificación deberá realizarse de forma presencial en un punto de venta de la compañía en cuestión, a la que hay que acudir con un documento acreditativo (DNI, pasaporte o tarjeta de residencia) en el momento de la compra de un nuevo cliente o en el momento de la identificación de los propietarios actuales de tarjeta prepago, quienes dispondían desde la entrada en vigor de la ley de un plazo de 24 meses, que acaba el 8 noviembre 2009. Transcurrido ese plazo la ley obliga a los operadores a desactivar las tarjetas sin identificar, con lo queel cliente pierde su número de teléfono.
Desde el pasado día 11, para activar una tarjeta de prepago nueva es necesario que el cliente dé sus datos de comprador en el momento de la compra.