El Monumento dedicado a la Virgen del Valle, Patrona de Écija, y situado en la Plazuela de Santa María se está restaurando para que en breve vuelva a recuperar su imagen original.

La actuación que se está llevando a cabo consiste en la limpieza, consolidación y reposición de piezas de piedra caliza que conforman la imagen. También se eliminarán las inscripciones de la Guerra Civil siguiendo los dictados de la Ley de Memoria Histórica.

Esta obra tiene un presupuesto cercano a los 30.000 euros y está promovida por EPSA, Empresa Pública del Suelo de Andalucía, ya que es una de las actuaciones incluidas en el convenio firmado con el Consistorio astigitano para la remodelación de la Plaza de España, situada justo al lado de la Plazuela de Santa María, donde se ubica el monumento.

Las obras están siendo ejecutadas por la Empresa Manuel Laguna a través de dos restauradoras ecijanas licenciadas en Bellas Artes.

Una vez que se han ejecutado la mayor parte de las obras de la plaza de España y la Plazuela de Santa María, se ha considerado comenzar con las obras del Triunfo de la Virgen del Valle, ya que se encontraba muy atacado por la acción del tiempo y de la humedad, que es lo que más ataca a la piedra caliza.

Esta actuación se engloba dentro del Plan Centro Habitable, que se encuentra ya en su segunda fase. Otras actuaciones incluidas en este programa son la pavimentación de un tramo de la calle San Francisco, la pavimentación de la calle Compañía, o la sustitución del alumbrado de la Avenida Miguel de Cervantes.
El Triunfo de la Virgen del Valle data de 1776, y es un monumento con mucha devoción en Écija. De hecho, el siglo XVIII es una época en la que se sacaron muchas figuras religiosas a la calle, como es el caso de los retablos callejeros, restaurados varios de ellos recientemente (Nazareno de la Plaza de Puerta Cerrada, el Arco de Belén, o el de calle San Antonio en la subida de San Gil).

Las actuaciones.

La piedra caliza es un material característico por su durabilidad y de gran resistencia mecánica, pero sufre agresiones por humedad, contaminación o degradación de los materiales que lo componen. El enemigo más importante de la piedra es el agua, que junto a los cambios constantes de temperatura provocan grandes tensiones.

La limpieza es la primera actuación de intervención que se realiza. Además de eliminar la suciedad de su superficie, elimina los productos nocivos y mejora la percepción estética del monumento. La limpieza del monumento se hará de forma manual y por proyección.
La consolidación devolverá al conjunto su cohesión original. Se trata del sellado de fisuras, anclaje de piezas con riesgo de desprendimiento, colocación de piezas desprendidas que se conservan, y reposición de piezas desaparecidas.

Una vez aplicados los trabajos de limpieza y consolidación se aplicará un tratamiento superficial para evitar o disminuir la velocidad del proceso de alteración del monumento. Asimismo, se aplicarán productos anticorrosivos en los elementos metálicos del monumento, así como los tratamientos inhibidores de la corrosión.