El 2010 se pagará con dinero municipal por la escasez de patrocinios privados
El problema es que las empresas han rebajado "en un 90 por ciento" el dinero que destinan a la publicidad.
Los actos serán menos y de menor relevancia exterior al tener que adaptarse al presupuesto local
Es la segunda vez que el alcalde rebaja las expectativas del acontecimiento
Habrá caramelo pero no envoltorio o habrá esqueleto pero no se sabe con qué carne se va a rellenar. La primera frase es para endulzar la segunda, pronunciada por el alcalde de San Fernando, Manuel María de Bernardo, sobre los actos que se celebrarán en el Bicentenario de las Cortes Constituyentes de 1810. O sea, los del año que viene.
El problema parte de que las empresas que en circunstancias normales -según el alcalde- “se habrían partido la cara” por promocionar eventos de este tipo, han reducido sus gastos en publicidad “en un 90 por ciento”, lo que lleva a la conclusión de que el dinero que no llegue de los conttribuyentes, el de esas empresas, será menos del esperado.
Visto lo cual, el programa de actos que se va a presentar hacia el mes de mayo próximo y que será una especie de croquis general de lo que se celebrará en 2010, dependerá en mayor medida del dinero del Consorcio del Bicentenario y también del dinero municipal. De este último todo lo que representa el programa encargado a los ayuntamientos que supone el matiz diferenciador con respecto a los actos más generales sufragados por el Consorcio Estatal y que como se está viendo, están centrados más en el 2012 que en el 2010.
Infraestructuras aparte
De esta coyuntura producida por la crisis económica se escapan -al menos por ahora- las inversiones en infraestructuras que están contempladas sobre el papel, léase la recuperación del entorno del Puente Zuazo y la restauración de la iglesia Mayor, además de otros planes que se han incluido en el Fondo Estatal de Inversión Local, como la iglesia del Carmen y la Compañía de María.
A lo que se refiere el alcalde es a ese envoltorio que deben llevar los grandes actos y que se van a quedar en lo que dé el presupuesto municipal, que no se sabe si será mucho o poco habida cuenta de que lo que está claro por ahora es que el Gobierno municipal está dispuesto incluso a endeudarse para celebrar la ocasión.
Manuel de Bernardo ponía el ejemplo de la visita de un presidente de un país iberoamericano a San Fernando. La visita del presidente o del alto cargo que sea está descontado que se va a celebrar, pero en circunstancias normales eso iría acompañado de una serie de actividades paralelas, en este caso relacionadas con el país del invitado. O sea, charlas, actuaciones musicales con intérpretes de ese país... y todo lo que pueda imaginarse... y pagarse.
La visita del alto cargo se celebrará, pues, al faltar el dinero de las empresas (y lo del alto cargo es sólo un ejemplo) con lo que dé el presupuesto municipal, aunque se intentará hacer todo “en su justa medida”.
Las declaraciones del alcalde, sin embargo, suponen ya la segunda de las rebajas en las expectativas creadas por la celebración del Bicentenario de las Cortes de 1810, ya que primero fue el reconocimiento de que muchas de las realizaciones prometidas no estarán a tiempo, hasta el punto de que el 2010 ha pasado de ser el final de todo a un principio.
O dicho con más claridad, mientras en 2006 y 2007 todos los proyectos iban a estar en 2010, ahora la mayoría van a empezar en 2010 y se inaugurarán para la celebración del año en que se concedió el nombre de ciudad a San Fernando o cualquier otra efeméride que se pueda encontrar a tiempo.
Ahorro en inversiones
La ventaja con la que cuenta el Ayuntamiento para comprar el envoltorio del caramelo o ponerle la carne al esqueleto es lo que se va a ahorrar en inversiones municipales este año, totalmente ocupado por las obras del Fondo Estatal y por el Plan Proteja de la Junta. Quizá lo suficiente para que el Bicentenario no se quede en un simple hueso.
El problema parte de que las empresas que en circunstancias normales -según el alcalde- “se habrían partido la cara” por promocionar eventos de este tipo, han reducido sus gastos en publicidad “en un 90 por ciento”, lo que lleva a la conclusión de que el dinero que no llegue de los conttribuyentes, el de esas empresas, será menos del esperado.
Visto lo cual, el programa de actos que se va a presentar hacia el mes de mayo próximo y que será una especie de croquis general de lo que se celebrará en 2010, dependerá en mayor medida del dinero del Consorcio del Bicentenario y también del dinero municipal. De este último todo lo que representa el programa encargado a los ayuntamientos que supone el matiz diferenciador con respecto a los actos más generales sufragados por el Consorcio Estatal y que como se está viendo, están centrados más en el 2012 que en el 2010.
Infraestructuras aparte
De esta coyuntura producida por la crisis económica se escapan -al menos por ahora- las inversiones en infraestructuras que están contempladas sobre el papel, léase la recuperación del entorno del Puente Zuazo y la restauración de la iglesia Mayor, además de otros planes que se han incluido en el Fondo Estatal de Inversión Local, como la iglesia del Carmen y la Compañía de María.
A lo que se refiere el alcalde es a ese envoltorio que deben llevar los grandes actos y que se van a quedar en lo que dé el presupuesto municipal, que no se sabe si será mucho o poco habida cuenta de que lo que está claro por ahora es que el Gobierno municipal está dispuesto incluso a endeudarse para celebrar la ocasión.
Manuel de Bernardo ponía el ejemplo de la visita de un presidente de un país iberoamericano a San Fernando. La visita del presidente o del alto cargo que sea está descontado que se va a celebrar, pero en circunstancias normales eso iría acompañado de una serie de actividades paralelas, en este caso relacionadas con el país del invitado. O sea, charlas, actuaciones musicales con intérpretes de ese país... y todo lo que pueda imaginarse... y pagarse.
La visita del alto cargo se celebrará, pues, al faltar el dinero de las empresas (y lo del alto cargo es sólo un ejemplo) con lo que dé el presupuesto municipal, aunque se intentará hacer todo “en su justa medida”.
Las declaraciones del alcalde, sin embargo, suponen ya la segunda de las rebajas en las expectativas creadas por la celebración del Bicentenario de las Cortes de 1810, ya que primero fue el reconocimiento de que muchas de las realizaciones prometidas no estarán a tiempo, hasta el punto de que el 2010 ha pasado de ser el final de todo a un principio.
O dicho con más claridad, mientras en 2006 y 2007 todos los proyectos iban a estar en 2010, ahora la mayoría van a empezar en 2010 y se inaugurarán para la celebración del año en que se concedió el nombre de ciudad a San Fernando o cualquier otra efeméride que se pueda encontrar a tiempo.
Ahorro en inversiones
La ventaja con la que cuenta el Ayuntamiento para comprar el envoltorio del caramelo o ponerle la carne al esqueleto es lo que se va a ahorrar en inversiones municipales este año, totalmente ocupado por las obras del Fondo Estatal y por el Plan Proteja de la Junta. Quizá lo suficiente para que el Bicentenario no se quede en un simple hueso.
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