Si una cosa está quedando clara con la crisis que estamos viviendo es que la innovación es indispensable para poder salir adelante, y para poder ganar clientes y posicionamiento en el mercado.
Esto es lo que debió pensar en su día el empresario gerenense Luis Miguel González, que ha creado "Yamanik 1968", una línea de ginebras que tiene la particularidad de encerrar en las botellas la esencia de determinados botánicos de la campiña sevillana, al amparo de su empresa “Distribuciones Alimenticias de Andalucía El buencomer”.
“Yamanik significa esperanza, y el apellido es un año que, aparte de ser el de mi nacimiento, supone un año muy importante para la humanidad, de muchos cambios, de un grupo de gente que quiso pelear por innovar y logró grandes cosas”.
Así explica el espíritu de su empresa el propio Luis Miguel González, que concreta que sus productos “están elaborados con enebro, como todas las ginebras, pero con hasta siete botánicos de la campiña de Sevilla”, lo que le da a sus ginebras tanto un sabor como un olor distintos a las demás que se pueden encontrar en cualquier mercado convencional para este producto.
La idea, según concreta, es “apostar por un producto nuestro, seducir a todos los consumidores posibles con un amplio abanico de posibilidades, y conseguir en la ginebra aromas y sabores tan identificativos de Sevilla y Andalucía como pétalos de rosa, anís, romero, naranja o limón”.De hecho, sus cuatro ginebras son la “Seca Premium”, que puede ser considerada la blanca “de toda la vida”, la macerada con fresas de Huelva, llamada Pink y las Yamanik Blue (azul), y Yamanik Orange (naranja).
La idea de Luis Miguel lleva tan solo poco más de un mes en el mercado, aunque a pesar de que ha salido a la luz en mitad del verano “estamos teniendo una respuesta muy positiva, y aparte de nuestros clientes habituales ya tenemos pedidos de distintos puntos de Madrid, Cataluña o las Islas Canarias”.
“Con todo, nos identificamos bastante con Gerena y todo lo que representa, y hemos querido destacar todos los sabores de la campiña en un producto del que estamos muy contentos”, concluye Luis Miguel González.
