Tal y como estaba programado, el salón de plenos del Ayuntamiento de Medina Sidonia fue el escenario elegido para conmemoración de los actos principales del XXV aniversario de la constitución de la peña Cadista “Manuel Irigoyen” la primera en la provincia del Cádiz y a la que luego siguieron otras muchas por toda la geografía española. Durante tres días uno de los trofeos Carranza ha estado expuesto en la planta noble de entrada a las Casas Consistoriales, donde todos aquellos que lo han deseado se han fotografiado con esta magnífica obra de orfebrería.
El acto lo presidió el alcalde de la ciudad, reconocido, como no podría ser de otra manera, abonado y reconocido Cadista de los de fondo sur, y fue presentado como lo hiciera hace 25 en su inauguración por el periodista, Theo Vargas, que tras contar sus recuerdos con el que ha sido sin duda alguna el mejor presidente en la historia del Cádiz CF y la propia peña asidonense, Manuel Irigoyen Roldán, fue dando paso a todos los miembros de la mesa que ocupaban la mesa presidencial y otros sentados en los escaños que habitualmente ocupan los ediles del municipio asidonense.
De esta manera en la tertulia programada intervinieron los jugadores de la época del que fuera presidente del Cádiz, Pepe Mejías y Hugo Vaca; el fundador, primero vicepresidente y después presidente de la entidad, Manuel Benítez Mora, quizás el más emocionado y temperamental quien llegó a decir que el Cádiz más que un club “era una religión”, Miguel Cuesta consejero externo del club que conoció al que fuera máximo responsable del equipo amarillo, Ana Irigoyen, hija del presidente Cadista inventor de la liguilla de la muerte que le permitió mantener al equipo en primera, pese a quedar último en la clasificación, Fernando Arévalo, presidente de la Federación de Peñas Cadistas, el actual presidente de la peña Irigoyen, Antonio Guerra, el presidente Manuel Vizcaino; y por último el alcalde, Manuel Fernando Macías que cerró el acto, para posteriormente exhibirse un video con fotografías de mejores momentos de Irigoyen en la peña, las celebraciones de los ascensos con las plazas y calles asidonenses llenas de asidonenses con banderas, bufandas y pancartas Cadistas; así como las distintas actividades, noches carnavalescas o deportivas, reconocimientos, actos festivos y otros que la peña asidonense ha realizado durante estos 25 años de vida.
Todos y cada unos de los participantes contaron sus anécdotas, experiencias, historias, aventuras, costumbres, hábitos y proceder de Manuel Irigoyen, hombre especialmente polifacético, temperamental apasionado, exaltado, nervioso, impulsivo, vehemente, fogoso, dotado con una inteligencia natural y con una gran capacidad de convencer y sacar adelante sus ideas.
Entre otras cosas los tertulinos coincidieron “En este pueblo se respira cadismo por todas las esquinas, en las calles, en los bares… Somos fieles a un escudo”. En la misma línea se pronuncio el alcalde asidonense Manuel Fernando Macías, reconocido cadista, y Ana Irigoyen, la hija de Manuel Irigoyen Roldán, el presidente eterno del cadismo, el mismo que da nombre a esta peña fundada hace un cuarto de siglo “Mi padre lo dio todo por Medina y siempre se lo han reconocido”, señalaba emocionada la hija de un presidente eterno y muy vinculado a la localidad por su familia materna y Fernando Arévalo, presidente de la FPC, señalaba: “El Cádiz CF se nutre de los aficionados de la provincia y Medina Sidonia y esta ha ejemplicado ese amor por unos colores”.
Después de la proyección del video, se procedió a los intercambios de placas o recuerdos, y entre ellos además de galardón ofrecidos y por el Cádiz y la Federación de peñas Cadista a las de Medina, fueron muy significativas o emotivas las que ofreció los peñistas de Medina a la otra peña Cadista que hay en Medina “Sector Búlgaro” Ana Irigoyen, Manuel Benítez Mora o a los hijos de Manuel Moreno Martínez socio y abonados cadista que con tan solo 54 años falleció en septiembre del año pasado y que logró traspasar su amor a los colores amarillos a sus tres hijos. Manolo y Juanito, fueron los encargados, muy emocionados de recoger este recuerdo.