Según la calificación fiscal, los hechos se produjeron en el año 2006, cuando la víctima fue presentada al acusado por la que entonces era pareja sentimental de éste con la intención de realizar un trío, siendo elegida por considerarla la persona idónea para obtener su consentimiento.
Posteriormente, el acusado, consumidor de drogas (cocaína, heroína y metadona) terminó entablando una relación sentimental con la víctima y acabó proporcionando y enseñando a la mujer a consumir cocaína, tanto esnifándola como en alguna ocasión mediante inyección, lo cual hacía el mismo acusado. Asimismo, la condujo en varias ocasiones a un domicilio de la barriada del Río San Pedro en Puerto Real para comprar cocaína, llegando en algunas ocasiones a enviar a la mujer para que fuese sola.
En julio de 2006, supuestamente la mujer acudió a casa del acusado y consumieron cocaína, constando, que al menos en tres ocasiones el hombre inyectó droga a la víctima. Según defiende la Fiscalía, el acusado sabía que la mujer se encontraba en tratamiento médico con benzodiacepinas y que el consumo de droga le podía producir la muerte. Por su parte, el acusado, manifestó que él no le inyectó droga a la víctima y que no tenía conocimiento de que tuviera un retraso.
La Fiscalía pide para el acusado una pena de siete años y dos meses de prisión por un delito continuado de abuso sexual, diez años por un delito contra la salud pública y 12 años de cárcel por un delito de homicidio, lo que suma en total una pena de 29 años.