Largas colas a las puertas del Castillo de San Marcos, desde las 4 de la tarde, auguraban lo que sería una noche exitosa en la primera edición del pasaje del terror, en el monumento histórico del Castillo de San Marcos.

Así se confirmaba pues, aun sin estar las puertas abiertas del recinto, la Plaza del Castillo ya congregaba a varios centenares de personas.

A lo largo del día, unos balances previos estimaban la entrada al recinto de unas 1200 personas aproximadamente, pero conforme la noche fue cayendo, la cola que se extendía alrededor de El Resbaladero, fue testigo de que la cifra se quedaría pequeña y así lo demostraron las más de 2.800 personas que pasaron por las inmediaciones del Castillo.

Nos adentramos en el castillo donde un despliegue de decorados, luces y efectos hacen las delicias de los espectadores. Sustos garantizados, gritos por doquier y un sin fin de sorpresas que no dejaban a nadie indiferente.

Un grupo de actores muy bien caracterizados hacían que cada estancia tuviese su seña de identidad, y es que solo estos profesionales de la animación podrían ser los encargados de regalarnos los gritos de los pequeños -y algunos no tan pequeños- que podían escucharse desde las afueras del recinto.

Sin duda, una experiencia que la ciudad no olvidará y que esperamos se repita en nuevas ediciones, pues este tipo de actividades hacen que la ciudad cobre vida y, aunque en este caso sea para dar sustos, es de agradecer la iniciativa y las ganas de trabajar para los pequeños y grandes de la familia que quisieron acercarse a pasar un momento tenso, pero a la vez agradable, para los más fanáticos de esta temática.