La Delegación municipal del Barrio Bajo ha ampliado sus servicios con la incorporación de una nueva trabajadora social, con lo cual ya son dos las personas dedicadas a atender los problemas sociales de los vecinos. Ello ha supuesto para el Ayuntamiento un “sobreesfuerzo económico”, en palabras tanto de la delegada del barrio, Ana Fernández, como del alcalde, Isidoro Gambín, ya que se ha tenido que contratar a otra persona en un momento donde apenas existen recursos para tal menester.
La virtud de esa contratación reside en que ahora se podrá terminar antes de fin de año con la larga lista de espera que registra actualmente la Delegación municipal del Barrio Bajo; hecho propiciado por la cantidad de problemas de los vecinos, desde la falta de empleo hasta su imposibilidad de atender gastos perentorios.
Además, la delegada Ana Fernández ha querido responder esta semana las declaraciones efectuadas por el portavoz de Ai-Pro en el Pleno, donde la había acusado de “estar muy ocupada”, en alusión presuntamente a su desatención de los asuntos del Barrio Bajo. Fernández le responde que, efectivamente, está muy ocupada pero precisamente con esos temas. En este sentido, le replicó que el anterior equipo de Gobierno había mantenido desatendida la Delegación del Barrio Bajo durante cuatro años y que, ahora, se presta esos servicios “gracias al apoyo del alcalde y del equipo de Gobierno.
Gambín aseguró que, pese a la complicada situación económica, ha sido preciso aumentar el gasto en servicios sociales por las circunstancias de la población.
Asimismo, se ratificó en que antes de que termine el año se habrá logrado terminar con las listas de espera en la Delegación del Barrio Bajo, que era uno de los retos planteados en esta nueva etapa de gobierno.
