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Barbate

Aquel 11 de marzo: La Historia de Barbate desde otra perspectiva

Bien, pues aquel año de 1938 cuando se produjo la segregación, mi padre tendría en torno a 14 años y mi madre 10

Publicado: 10/03/2023 ·
13:43
· Actualizado: 10/03/2023 · 13:43
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  • Imagen de Barbate. -

Por aquello  de que esta semana conmemoramos nuestra segregación de Vejer de la Frontera, que se produjo el 11 de marzo de 1938, va hoy un escrito tratando este asunto  desde una perspectiva personal y afectiva, ya que  en estas celebraciones siempre se recuerdan a "prebostes" y gente importante, y se suele dejar en el olvido a los que para mí son realmente las "gentes importantes" de nuestro pueblo, que son todos esos barbateños, y otras gentes venidas de fuera, que fueron los que escribieron la historia del "día a día" de nuestro pueblo. Y en eso, pensaba por ejemplo en la historia de mis padres; que mejor historia que la de nuestros padres.

Bien, pues aquel año de 1938 cuando se produjo la segregación, mi padre tendría en torno a 14 años y mi madre 10. Es decir que eran unos niños, aunque en aquella época, seguro que mi padre ya andaría embarcado, y mi madre ayudaría en las tareas de la casa. Algunos años después se conocerían, se harían novios, y ahí comenzó el germen de la que sería mi familia.

Mi padre como casi todos los hijos de trabajadores de aquella época, pasó muchos años de su vida en la "má", y por lo que me cuentan fue un extraordinario motorista. A finales de los años 50 dejó su sufrido trabajo en la "má", y puso una tienda de comestibles, en la que ayudó a muchiiiisima gente, con aquellos "fiados" hasta que el barco "partiera". En tierra siguió siendo tan bueno como en la "má", y no todas las personas a las que ayudó le correspondieron, y al pobre mío, que era incapaz de dar un voz más alta que otra, le dejaron la famosa "libreta" de la que alguna vez habla mi amigo Juan, donde quedó grabada la ingratitud de esa gente que no le correspondió. Pero era tan bueno, que siempre se quedó con el recuerdo de sus muchas clientas que le respondieron; y vaya que le respondieron, con cariño y saldando; algunas de ellas con muchísimas "fatiguitas", lo que en aquella libreta se apuntaba.


Las penosas condiciones de falta de seguridad y salubridad que vivió en la "má", no le permitieron; como a tantos barbarteños de su época, poder disfrutar de su "retiro" o jubilación, y con 58 años sus pulmones; posiblemente "ahogados" de tanto humo de los motores y del ....tabaco, y de tantas " malas noches " en altamar, dijeron basta, y nos dejaba.

Mi madre, desarrolló sus tareas en su casa. La recuerdo siempre guapa y muy coqueta. Después de su muerte, supe que su madre; mi abuela Dolores, sufrió la represión después de la guerra, ya que mi abuelo materno al que apodaban "el lapo", andaba; donde tenía que andar, que era defendiendo a los trabajadores, y rebelándose contra las injustas condiciones que entonces padecían

Bien, pues Manuel y Leonor, o Leonor y Manuel, fueron como tantos y tantos padres y madres de aquella época en nuestro pueblo, y a ellos nada le recuerda, pero creo que tienen el recuerdo más valioso que nadie puede tener, y es el cariño y el recuerdo de sus hijos, y de todos aquellos que los conocieron.

Por ello esta historia de nuestro pueblo, que hoy he personalizado en mis padres, es la historia de tantos y tantos de nuestros padres, que fueron sin ningún género de dudas lo mejor de nuestro pueblo, y a los que nosotros homenajeamos llevándolos con nosotros en nuestro recuerdo. Salud, y hoy un inmenso beso al cielo, por Manuel y Leonor, mis padres.

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