Siempre es un placer escuchar de nuevo al magnífico conjunto de voces de las Niñas de Alcalá, en esta ocasión defendiendo dos potentes letras de pasodoble. Buena y necesaria la primera, en defensa de la educación pública. Y dura la segunda contra los autores que van de aliados feministas pero siguen cantando los mismos chistes a la parienta, la suegra o normalizando abusos como el del caso Errejón. Por ello se les caen “todos los mitos” y claman contra una asociación (de comparsistas, se entiende) que “me deja como una perra tirá en la calle”. No rompen los cuplés, para su adicción al Shein y para un paseo por la playa que acaba en encuentro con Montoya de La isla de las tentaciones. Buen pase, aunque parecen haber tocado su techo en el presente Concurso.
Lo mejor El grupo de voces es una auténtica delicia que luce más en las partes melódicas
Lo peor El remate del segundo pasodoble es para un episodio que no todos conocerán