La Fundación Blas Méndez Ponce, de ayuda al niño oncológico y de difícil curación, viajará este próximo lunes a Cádiz junto a 30 pacientes de diferentes ciudades de España en el marco una actividad extrahospitalaria.

   En una nota de prensa, la Fundación Blas Méndez Ponce explica que el objetivo de la actividad es "mejorar la calidad de vida del niño oncológico y de difícil curación, a través de actividades de ocio y tiempo libre, espectáculos culturales fuera de los centros hospitalarios".

   Esas actividades provocan "un importante efecto terapéutico de descarga emocional, mejoras físicas, afrontamiento del miedo y expectativas de futuro, así como mejorar las relaciones interpersonales entre pacientes y sus hermanos a través de las actividades en grupo".

   La Diputación de Cádiz, el Ayuntamiento de Algeciras y el Puerto de Sotogrande ofrecen, a lo largo de una semana, el "apoyo necesario" para poder realizar un año más la actividad.

   La Fundación indica que cuando un niño es diagnosticado de cáncer, las actividades extrahospitalarias programadas que realizan "ayudan a desarrollar el aparato motor del niño, ya que realizan tareas que refuerzan este sistema, además de ser beneficiosas para los niños que pasan largas temporadas hospitalizados o que, como consecuencia de algún tratamiento o intervención, han sufrido algún tipo de amputación".

   La realización de las actividades extrahospitalarias en grupo "favorece la convivencia, la participación y la integración social", y todo ello "ayuda a los pacientes a ser mucho más activos y sociables y, a la vez, que menos dependientes de sus padres".

   La Fundación Blas Méndez Ponce pretende con este programa "conocer y trabajar los aspectos más relacionados con el perfil afectivo, actitudinal y volitivo de los pacientes, favoreciendo su adaptación a la enfermedad y su progreso y así poder obtener los mejores resultados en las actividades que los niños a lo largo de su tratamiento realizan con la Fundación, consiguiendo una aceptación de sí mismos, sintiendo su valía, auto estimándose y adquiriendo seguridad en sí mismos para conseguir resultados exitosos a lo largo de su vida".
LA FUNDACIÓN

   La Fundación Blas Méndez Ponce fue constituida en 1997 con el fin de mejorar la calidad de vida de los niños oncológicos a través del ocio y el tiempo libre. A lo largo de estos años ha realizado "un gran esfuerzo para que los niños y adolescentes con cáncer puedan acceder a un tipo de ocio que les es negado por los cuidados específicos que necesitan", logrando así "mayores cotas de bienestar en sus vidas y dar un gran paso hacia su integración social".

   En la Fundación colaboran médicos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales, auxiliares de enfermería, monitores de ocio y tiempo libre, educadores, padres y madres, y un extenso grupo de voluntarios sin los cuales la actividad con los pacientes "no sería posible".

   La Fundación Blas Méndez Ponce es la única entidad que ofrece este tipo de actividades a este colectivo, "con toda la cobertura clínico-sanitaria necesaria para el buen cumplimiento y funcionamiento del programa, haciendo posible una parte olvidada en el cáncer infantil: que los niños se sientan niños y que tengan acceso a las actividades propias de su edad, potenciando su crecimiento tanto físico como psíquico".