Los primeros días de septiembre nos muestran como el verano languidece, los días son más cortos, la luz es otra, arranca el nuevo curso político-escolar-laboral, casi asumimos que empieza un año nuevo con tantas razones o más que cuando lo hace en enero. Septiembre representa el principio, salen colecciones por fascículos de todo tipo de cosas bastante inútiles, se vuelven a llenar los gimnasios para los que deben pinchar el flotador acumulado en el verano, nos inunda la melancolía que trae el regreso a la vida normal tras la hermosa y plácida tregua que ofrece agosto. Acabado el mes, terminada la tregua, enterrada la paz.
Los CRÍTICOS a Susana Díaz en la provincia de Cádiz se juntaron para hacer piña frente a ella y, una vez logrado el objetivo de relevarla, se han separado en otros dos grupos: unos con Irene García y los otros en contra. Críticos y súper críticos -
sic-, éstos últimos sumando al
susanismo para hacer grupo y foto como la de ayer en San Antonio tras reunirse en Gaspar del Pino. Ya a principios de agosto el PSOE gaditano comenzó a convulsionarse sabedor de que por estas fechas había que presentar la lista al congreso federal a celebrar en Valencia los días 15, 16 y 17 de octubre, una lista provincial formada por 31 delegados para un cónclave en el que Pedro Sánchez será reelegido secretario general para gusto y goce de sus acérrimos. Durante todo el mes se ha palpado la idea de que habría una lista alternativa a la que presentaría la actual secretaria general, Irene García, formada por los críticos más críticos; grupo fundamentado en el
pizarrismo gaditano y el
susanismo, que de este modo busca
vendetta contra la sanluqueña por el apoyo de ésta a Juan Espadas cuando ellos pensaban que estaba con Díaz.
La primera tarea complicada que tenía el sector súper crítico era encontrar un cabeza visible que, de algún modo, consensuara a tanta corriente dispar, ya que al
pizarrismo de Javier o Araujo hay que sumarle el
susanismo de San Fernando con Cavada o López Gil, el de Jiménez Barrios y la Medina de Cornejo, también al actual delegado de ZF Fran González, más lo que suma Mamen Sánchez desde Jerez o Alfonso Moscoso desde las alturas de Villaluenga. Finalmente el que ha dado el paso al frente -o al que han animado a darlo- para encabezar esta lista alternativa ha sido el alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruix Boix, que de este modo hace públicas sus manifiestas diferencias con una Irene García a la que culpa desde que fue desbancado para ser diputado nacional -una vieja aspiración del sanroqueño y que, dicho sea de paso, le ha sido ofrecida y negociada estos días de nuevo-. La alternativa a Boix era el alcalde de Rota, Javier Ruiz Arana, perpetrado tras los pinares de la Villa y, aunque también crítico de entre los críticos, es hombre de total confianza de Juan Espadas y por ello el perfil menos magullado de todos. Y hará lo que Juan le pida y, de momento, le ha pedido no estar en la foto de ayer.
La importancia de que Ruiz Boix forme candidatura para el federal está en que postula su corriente al congreso provincial a celebrar a finales del presente año una vez resueltos el federal de Valencia y el regional de Torremolinos y será ahí donde críticos y súper críticos gaditanos elijan el nuevo poder socialista provincial para los próximos años. En Ferraz, Santos Cerdán y el propio Pedro Sánchez, avalarían la candidatura de Irene García según el compromiso alcanzado cuando ésta abandonó a Susana Díaz para apoyar a Espadas y, más, teniendo en cuenta que la lista auspiciada por Boix está impulsada -entre otros- por la gente de Susana y darle aire a éstos no es precisamente una idea que guste a un Pedro Sánchez que todos saben como las gasta. Por eso Santos, que es el encargado de la fontanería de Sánchez hasta el congreso de octubre, ha llamado a varios estos días advirtiéndoles de esto, por eso a Santos le ha sentado a
chino mandarín que solo unas horas después de una llamada suya a un destacado dirigente gaditano con cargo éste descolgase el teléfono para sumar a la corriente de Boix a Carmen Castiñeira, de Izquierda Socialista y cercana a Irene García y a quien llamó el propio Santos para cerciorarse un rato después. Espadas también ha descolgado el teléfono porque la situación le incomoda, por eso en esta primera andanada han dejado fuera a Ruiz Arana y ya se verá si va en una lista que hay que conformar en diez días o si se queda al margen porque sea el protegido por este grupo para aspirar a la secretaria general a finales de año frente a Irene García. En este sentido, resulta extraño que Ruix Boix opte a ese puesto por muchas razones, la principal porque su interés siempre ha estado en marcharse a Madrid de diputado nacional, abandonar la alcaldía de San Roque y, para ello, ha
sondeado ya a posibles sustitutos. Por eso igual Boix es como el conejo que sale de la madriguera con la primera luz del día...
Es cierto que Ferraz aglutina más de una corriente, sobre todo ahora tras la defenestración de Iván Redondo y su equipo cercano, entre ellos Paco Salazar. Óscar López fue nombrado director de gabinete del Presidente e intenta hacer cambios, también en su manera de proceder y de informar a Sánchez en los informes que éste constantemente pide -y más ahora cuando sus niveles de popularidad han decaído-. Ahí ha cogido otro peso Adriana Lastra, que ha salido de escena al perder el foco de portavoz y juega lo que puede; cercana y amiga a un Fran González que desde la sombra participa de manera activa en este proceso de hoy. Como otros, también juega lo que puede, de hecho junto a Moscoso y Boix son los artífices de este movimiento frente a una Irene García que cuenta con una parte importante de la provincia y con el compromiso de Santos y tendrá que medir si con eso le llega para revalidar su cargo cuatro años más y mantenerse al frente de la Diputación de Cádiz otro mandato sabedora que nadie antes ha estado en ese lugar más de ocho y ella optaría a doce. Sería la primera porque es un puesto-cargo que quema, agota, propenso a que los
compañeros lo dinamiten y busquen sustituto. Lo hizo ella misma frente a Cabaña ayudada, precisamente, por Ruiz Boix, le pasó antes a Rafael Román frente al propio Cabaña. ¿Le pasará al siguiente con el que le ayuda hoy? ¿Se conformará el
pizarrismo o la gente de Susana Díaz con ser simples peones de un juego mayor? ¿No intentará Luis Pizarro que su hijo Javier sea presidente de la Diputación como tanto ansía? ¿Cesará García a los asesores del
pizarrismo en Diputación cuando quedan dos años de esta legislatura? ¿Irá Mamen Sánchez de dos en la lista de Boix cuando ella asegura que eso nunca se ha hablado y no entiende quién lo filtra porque igual ella ni va, va otra persona de Jerez? ¿Se conforma López Gil con ser asesor en San Fernando con la trayectoria que acumula? ¿Qué persigue Moscoso? ¿Habrá capacidad de negociación entre ambas facciones antes del congreso para cerrar una lista única? ¿Busca eso Espadas para poner ahí a Ruiz Arana? ¿Le pega al salmorejo unos taquitos de jamón o le va mejor aguacate troceado y unas gotas de tabasco?
Todo el mundo quiere algo, es lo que une en el negocio de la política y el hecho de que casi nadie se fía de nadie. Resta aclarar el papel que jugará en todo este proceso, en el de estos días y de aquí a final de año ante los congresos, un Juan Espadas que reunió el jueves a sus secretarios provinciales en San Vicente y les dio un discurso de casi cuatro horas y que igual pronto asume el hecho de que el
buenismo del que parte no es suficiente para dirigir un zoológico donde hay especies de todo tipo y, entre ellas, mucho colmillo suelto. Y esto es Cádiz, luego está Huelva con Gaby y Maru, la Sevilla de un Villalobos que seguirá hasta el final, Málaga... y las elecciones a la Junta de fondo y sin fecha. ¿Serán ya, la próxima primavera o Moreno Bonilla agotará? De locos.