El Divino Indiano estará presente en la exposición ‘Tornaviaje. Arte iberoamericano en España’ que se desarrollará en el Museo del Prado, del 5 de octubre al 13 de febrero. Así lo ha anunciado el alcalde de Chiclana, José María Román, en un acto que se ha celebrado en la iglesia Jesús Nazareno y en el que también han estado presentes el delegado municipal de Servicios Sociales, Francisco José Salado, así como el párroco de la iglesia San Juan Bautista, David Gutiérrez. Esta imagen forma parte del convento de las madres Agustinas Recoletas y en ocasiones especiales ha sido expuesto para que las personas puedan admirarlo. Ahora ha sido solicitado para la exposición en El Prado, donde ya se encuentra para ser expuesto.
El alcalde de Chiclana ha destacado que “es un orgullo que esta pieza única y tan singular esté en esta exposición. El Divino Indiano siempre está en una segunda planta en el convento y que ha salido en muy pocas ocasiones, como han sido en 2003 para la exposición de ‘Estelas de piedad’ y en la procesión magna por el VII Centenario de la ciudad, en 2018 en la exposición ‘Traslatio Sedis’ y en 2021 expuesto de forma especial en nuestra Semana Santa”.
Por su parte, el párroco de San Juan Bautista ha señalado que “es motivo de orgullo y de satisfacción que esta pieza tan extraordinaria esté presente en una institución de tanta categoría como es el Museo del Prado, catalogado como uno de los mejores museos del mundo. He tenido la suerte de acompañar a la imagen a Madrid y la admiración cuando se descubrió la imagen fue muy grande. Todos se quedaron fascinados al ver la categoría que tiene esta imagen, que brillará con luz propia dentro de la exposición”.
El tornaviaje o viaje de regreso que da título a esta exposición permite valorar las obras de arte que llegaron desde América a España y, por extensión, a Europa durante la Edad Moderna. La finalidad de esta muestra es visibilizar, a través de aproximadamente un centenar de obras, este rico patrimonio que, proveniente del Nuevo Mundo, se conserva en instituciones culturales, espacios religiosos o colecciones particulares, principalmente en España. Estos objetos, llegados en distintos momentos de la historia, forman parte del patrimonio histórico y cultural, sin que, a veces, se reconozcan las razones de su presencia.
La muestra se organiza en cuatro grandes secciones. Las primera de ellas es ‘Geografía, Conquista y Sociedad’, que gira en torno al concepto de paisaje cultural, dándose cita en el mismo la geografía de América, la conquista y las gentes que habitaron estos territorios durante la Edad Moderna. La segunda es ‘Imágenes y cultos de ida y vuelta’, que reúne una exquisita selección de óleos, esculturas y dibujos que tienen como objetivo analizar las devociones religiosas, tanto americanas como peninsulares, así como sus intercambios e hibridaciones.
Además, la tercera es ‘Las travesías del arte’, que se centra en uno de los intercambios comerciales con valores artísticos más fecundos como serían los objetos de ajuar que cruzaron el Atlántico con destino a los lugares más variopintos. Mobiliario diverso para el viaje o para las salas de las residencias dialogan con una nutrida selección de objetos de ajuar, domésticos y religiosos, que pretende cubrir un amplio abanico de tipologías. La cuarta es ‘Impronta indiana’, que reunirá un corpus de obras que, pese a su disparidad, se interrelacionan al ser referentes y reflejos de la materialidad artística hispanoamericana a lo largo de la Edad Moderna. Tendremos la ocasión de entender cómo la larga tradición artística prehispánica se adapta a las nuevas exigencias de los reinos hispánicos.
Las investigaciones que han conducido a la concreción de este proyecto se reflejarán también en un catálogo que acompañará a la exposición. El proyecto está comisariado por Rafael López Guzmán, Catedrático de Historia del Arte Iberoamericano en la Universidad de Granada, y cuenta con la colaboración de varios especialistas en cultura visual del periodo virreinal en América.
Divino Indiano
En noviembre de 1674 se firmaba un acuerdo entre la comunidad de Agustinas Recoletas y el comerciante gaditano Julián Cortes, mediante el cual éste último donaba una pequeña imagen de Jesús Nazareno que había traído de México, para que, como titular del convento, presidiera su templo.
Cortés había rescatado esta imagen del embargo de bienes de un familiar con el fin de regalársela a su mujer, que falleció súbitamente sin que el comerciante hubiera emprendido el viaje de regreso. Fue entonces cuando decidió donarla al convento de Chiclana.
El Nazareno, conocido popularmente como el Divino Indiano, llegó ya al puerto de Cádiz con fama de milagroso al haber salvado a la tripulación del navío de una gran tempestad. El Divino Indiano, que representa las caídas de Cristo, aún conserva las potencias de filigrana mexicanas y en su elaborada cruz se insertan relicarios