El monegasco Charles Leclerc (Ferrari) ganó el Gran Premio de Austria, disputado este domingo en el Red Bull Ring de Spielberg, donde relegó al segundo puesto -en el circuito propiedad de su escudería- al neerlandés Max Verstappen, líder del Mundial de Fórmula Uno; en una jornada triste para su compañero, el español Carlos Sainz; que tuvo que abandonar -a falta de 15 de las 72 vueltas-, con el motor incendiado, cuando apuntaba de forma clara a la segunda plaza.
Leclerc, de 24 años, logró su tercera victoria del año -la quinta en la F1- al ganar una carrera que el siete veces campeón mundial inglés Lewis Hamilton (Mercedes) acabó tercero y en la que Sainz abandonó cuando se le incendió el motor de su coche, antes de la cuarta de las diez curvas de la pista austriaco; en la que también se tuvo que retirar -en la 26- el mexicano Sergio Pérez (Red Bull); y en la que el otro español, el doble campeón mundial asturiano Fernando Alonso (Alpine), firmó la remontada del día al salir decimonoveno y acabar décimo.
Leclerc recuperó la sonrisa con su tercer triunfo del año, "una victoria que necesitaba, después de las pasadas cinco carreras", en las que pasó de liderar el campeonato a ocupar la tercer plaza del certamen. Este domingo, aprovechando la retirada de 'Checo', le arrebató al mexicano el segundo puesto del Mundial, que ocupa ahora con 170 puntos, a 38 de Verstappen, que firmó la vuelta rápida en carrera y aún estuvo a punto estuvo de amargarle el día, justo al final, a Ferrari, que apuntaba a un 'doblete' en casa del gran rival.
'Checo' es tercero, con 151 unidades; y Sainz sigue cuarto, con los 133 que afrontó la carrera. En una jornada en la que no sólo perdió el podio y un buen puñado de puntos: a falta de otras once carreras puede que Ferrari apueste abiertamente por Leclerc para intentar evitar que 'Mad Max' revalide título.
Verstappen -ganador el sábado de la calificación a través de una carrera reducida y que el viernes había firmado su decimoséptima 'pole' en la división de honor- salía primero en Spielberg, por delante de los Ferrari de Leclerc y Sainz, que arrancaba tercero. 'Checo' lo hizo desde la quinta plaza de la parrilla, por detrás del inglés George Russell (Mercedes) -cuarto este domingo- y por delante del francés Esteban Ocon, el compañero de Alonso, que, sin poder arrancar su Alpine, no pudo disputar la prueba sprint y arrancaba decimonoveno.
Llovió por la noche y el asfalto se preveía más abrasivo, por lo que nadie salió con el neumático blando. La gran mayoría salió con el compuesto medio, esperando ir a una parada y cambiar a duro: previsión que se quedó corta, porque hubo muchas más paradas; gracias, también, al coche de seguridad virtual decretado tras el percance de Sainz.
Con duro arrancaron varios de lo que salían por detrás, como Alonso y el cuádruple campeón mundial alemán Sebastian Vettel, decimoctavo en parrilla.
Verstappen salió bien y Carlos, que no lo hizo, aguantó como pudo la embestida de Russell; que en la curva cuatro tocó a 'Checo', cuando el mexicano tenía ganada la posición, y lo mandó a la gravilla. El piloto de Guadalajara (Jalisco) logró llegar a box, cambió a duros y comenzó a afrontar otra carrera más desde atrás. Antes de que, en la vigésima sexta vuelta, tuviese que abandonar.
Russell fue sancionado con cinco segundos por esta acción, pena que cumplió cuando paró, en la duodécima vuelta; poco después de que Leclerc diera cuenta de Verstappen para tomar el liderato de la carrera.
Nada más ceder el liderato, 'Mad Max' paró, en la 13, e instaló el duro; cinco giros antes de rebasar a Hamilton, que en la 15 había superado, de una tacada, a los dos Haas, que firmaron otra gran carrera: el alemán Mick Schumacher, el hijo del 'Kaiser', logró su mejor resultado en la F1 al acabar sexto, y fue elegido 'Piloto del Día'; y el danés Kevin Magnussen acabó octavo en Spielberg.
Al pasar al excéntrico y espectacular campeón de Stevenage, Verstappen se colocaba tercero, por detrás de los dos Ferrari. En el vigésimo quinto giro, Leclerc lideraba con cuatro segundos sobre Carlos y 15 respecto al ídolo deportivo de los Países Bajos, que apretaba por detrás, marcando vueltas rápidas y dejaba claro que no iría sólo a una parada. En unos instantes en los que Alonso -que ya llevaba un par de vueltas en zona de puntos- vivía su particular gota china intentando superar al Alfa Romeo de Guanyu Zhou, antes de entrar en una quíntuple pugna en la que también participaban el inglés Lando Norris (McLaren) -séptimo este domingo- y los dos Haas.
Leclerc paró en la 26, la que supuso la retirada de 'Checo', que le tuvo que ceder la segunda plaza del mundial al monegasco y dejó 'solo ante el peligro' a su compañero neerlandés a partir de ese instante. Sainz entró en garaje una vuelta después que su compañero de equipo y, al igual que él, puso neumáticos duros. Alonso lo hizo en la 28, para repetir compuesto duro.
Verstappen pasó a liderar de nuevo la prueba, pero poco le duró la alegría, porque el piloto del principado de la Costa Azul lo rebasó en la 31; y Sainz se le acercaba peligrosamente.
Las salidas de los límites de pista, una constante durante todo el fin de semana, se hicieron notar también durante la carrera, en la que más de uno recibió aviso de sanción -de cinco segundos- y otros, como Norris, la recibieron.
En la 36, traspasado el ecuador de la carrera, amenazado por el talentoso piloto madrileño -advertido con bandera blanca y negra, advirtiendo la citada sanción de cinco segundos- Verstappen paró por segunda vez, de nuevo a duros, y caía de nuevo a la tercera plaza: por detrás de los Ferrari, que apuntaban al 'doblete'; y amenazado ahora por Hamilton.
A falta de 15 vueltas, Fernando rodaba quinto -por detrás de los Ferrari, Verstappen y Hamilton-, aunque aún tenía que parar. En la 50 lo hizo Leclerc y Sainz pasó a ser líder, antes de parar y ceder el primer puesto a Verstappen; que. no obstante, sabía que era fruta madura para los Ferrari, con gomas frescas.
El monegasco lo pasó en la 53 y cuando Carlos estaba a punto de hacerlo, en la 57, se produjo el triste desenlace que acabó no sólo con la carrera del español; sino, posiblemente, con sus esperanzas de luchar por el título.
La frustración por el abandono se tornó en unos instantes de pánico, ya que el coche estaba cuesta arriba y Carlos tardó unos instantes en salir de un monoplaza que no estaba fijado y del que cada vez salían más llamas. "Teníamos asegurado el 'doblete' y mi ritmo era de lo mejor en lo que va de año. Ha sido una pena por el campeonato, pero es lo que hay", comentó un resignado Sainz después de una carrera que enloqueció tras su abandono.
Se decretó coche de seguridad virtual y hubo baile de paradas. Pero lo que no esperaba Alonso es que tuviese que repetir la suya, presumiblemente por un desajuste en su neumático delantero izquierdo; en una acción que fue anotada por la dirección. El genial piloto asturiano perdió la opción de que su remontada hubiese sido aún más gloriosa -"pudimos acabar sextos"- , pero aún se permitió de meterle una estupenda pasada al finlandés Valtteri Bottas (Alfa Romeo), en la tercera curva de la última vuelta, para 'arañar' el último punto en juego.
Mercedes parece escapar del desastre al que parecía abocada al principio de año, con el tercer podio seguido de 'Sir' Lewis y el cuarto puesto final de Russell. Y Leclerc sufrió, con problemas en el acelerador durante las últimas vueltas, para llevar hasta meta la primera victoria que consigue en la F1 sin haber salido desde la 'pole'.
El piloto de la Costa Azul evitó -no sin admitir cierto "miedo" al final- que 'Mad Max' firmase su quinto triunfo en el Red Bull Ring. La joven estrella neerlandesa entrará y saldrá líder de Francia, sede del próximo Gran Premio, dentro de dos fines de semana. Pero Leclerc recuperó la sonrisa. Y el Mundial se ha vuelto a animar.