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España logra un triunfo de bandera

La selección de baloncesto derrotó este viernes a Argentina (105-85) y cosechó su séptima victoria consecutiva

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  • IBAKA Y SCOLA -

La selección española de baloncesto derrotó este viernes a Argentina (105-85) y cosechó su séptima victoria consecutiva --de siete posibles-- en su camino hacia los Juegos de Londres, en un partido en el que volvió a destacar la aportación de Pau Gasol, flamante abanderado de la delegación nacional.

   El de Sant Boi acaparó más focos de los habituales y enseñó el camino a los albicelestes, muy dormidos al comienzo, y efervescentes en el tramo final, fruto del colérico Luis Scola y del resto de artimañas del combinado argentino, bronce olímpico en Pekín hace cuatro años.

   Pau Gasol, que acabó con 17 puntos y seis rebotes, construyó las primeras ventajas españolas, que llegaron a ser escandalosas. Los de Julio Lamas estuvieron perdidos en defensa y con su estrella Ginóbili en 'busca y captura'. España, con Calderón y Rudy 'on fire', destrozó a su rival con gran efectividad desde el perímetro.

   Así, España se colocó 28-9 a falta de un minuto para el final del primer cuarto, lo que no impidió que los pupilos de Sergio Scariolo pusiesen la directa para dejar tiritando a su rival. El juego interior español, la brega de Felipe Reyes y los puntos de Navarro, que empieza a coger su desparpajo habitual, ayudaron a tal fin.

   Las ausencias de Sergio Rodríguez, por precaución tras su golpe ante Australia, y de Marc Gasol, que sigue guardando combustible para llegar en óptimas condiciones a la capital británica, no hipotecaron a España, cada vez más versátil y fluida. El principal culpable, sobre todo bajo los aros, fue Felipe Reyes.

   El cordobés no se cansa de pelear por cada rebote y es el mejor seguro de vida para Scariolo, consciente de que el camino hacia la final olímpica no será una alfombra roja. A la fiesta del pabellón coruñés --que disfrutó tras 13 años sin baloncesto-- se sumó Víctor Claver, extramotivado desde su fichaje por Portland.

   Todos aportaron hasta dejar el marcador en 40-15 cuando apenas se habían consumido tres minutos del segundo asalto. Al descanso, con España al máximo nivel, el electrónico reflejaba un abultado 61-36. Argentina, campeona olímpica en Atenas, se conjuró para darle la vuelta al partido.

GINOBILI HACE DESPERTAR A ARGENTINA.

   Hasta seis jugadores alcanzaron la decena de puntos en España, pero los de Lamas sacaron su rabia para igualar el partido y quedarse, al comienzo del último cuarto, a sólo 7 puntos (83-76). Dos parciales de seis y siete puntos tumbaron el autoritario dominio de España, afectada por los revuelos de Luis Scola.

   El nuevo jugador de Phoenix Suns se las tuvo tiesas con Serge Ibaka y calentó la contienda en ambas canastas. Con las rotaciones habituales y las probaturas de Sergio Scariolo, España se dejó ir y Argentina aprovechó la ocasión. Ginóbili, pletórico en el lanzamiento, honró a los suyos.

   Sin embargo, la selección española, que firmó 14 triples, volvió a encontrar el ritmo en los últimos cinco minutos para alargar su ventaja, la misma que le había condenado durante el resto del encuentro. El próximo partido y último antes de llegar a Londres será el martes, en Barcelona, ante Estados Unidos. El más difícil todavía.

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