Los Warriors de Golden State se marcharon de Houston como habían llegado, con el base estrella Stephen Curry lesionado, pero con una victoria más en la eliminatoria de la primera ronda de los playoffs de la Conferencia Oeste que ahora dominan por 3-1 al mejor de siete.
Curry, que se había perdido los dos primeros partidos al sentir molestias en el tobillo derecho, volvió para jugar el cuarto partido en el Toyota Center y antes que concluyese la primera parte se torció la rodilla de la misma pierna por lo que ya no pudo jugar en la segunda parte.
A pesar de la baja de Curry, los Warriors con Klay Thompson, el pívot Draymond Green y el escolta reserva Andre Iguodala guiaron a los Warriors al triunfo por paliza de 94-121 y establecieron una nueva marca de playoffs con 21 triples anotados.
Aunque Curry no quiso hacer declaraciones, los servicios médicos de los Warriors confirmaron que el base estrella tenía un esguince en la rodilla derecha y sería sometido a un examen de resonancia magnética.
Curry se deslizó en el suelo mientras marcaba al alero de origen dominicano Trevor Ariza en la última jugada de la primera parte y después de ser ayudado a levantarse por sus compañeros se marchó cojeando a los vestuarios.
Volvió al calentamiento antes del inicio del tercer periodo, pero no se sintió bien y regresó de nuevo a los vestuarios de los que ya no regresó.
Aunque todos esperan con ansiedad el resultado de la resonancia magnética, al concluir el partido no había pesimismo dentro del vestuario de los Warriors, donde se encontraba Curry tranquilo, pero sin que se le permitiese hablar con los periodistas.
La ausencia de Curry, que de acuerdo a Green lloró al sentirse de nuevo lesionado sin poder ayudar al equipo, hizo que sus compañeros se creciesen en la segunda parte y arrollasen a los Rockets en el tercer periodo con parcial de 20-41 después de haberse ido al descanso con el marcador empatado a 56-56.
El base Shaun Livingston que volvió a ocupar su puesto hizo una gran labor en la dirección del equipo al repartir nueve asistencias y también aportó nueve tantos de oro.
"Hemos demostrado que tenemos un gran equipo, con una plantilla de calidad que nos permite ganar a cualquier rival aunque tengamos la baja tan importante como es la de Curry", destacó Green, que brilló con 18 puntos, incluidos cuatro triples, capturó ocho rebotes y repartió seis asistencias.
Además de Livingston y Green, el escolta Klay Thompson también encontró su mejor toque de muñeca y anotó 23 puntos, incluidos siete triples de 11 intentos.
"Sabíamos cuando vimos a Steph caer que nos tocaría de nuevo superar el partido sin su ayuda", declaró Thompson. "Encontramos un buen movimiento de balón, Draymond (Green) se encendió con un par de triples y luego le seguí yo y el resto fue tener paciencia para asegurar la victoria".
Por su parte el entrenador de los Warriors, Steve Kerr, dijo que había visto en una gran forma a Curry, mucho mejor de lo que pensaba tras la baja de los dos partidos que se perdió, pero la mala suerte del resbalón le impidió haber completado un gran partido.
"Ahora tendremos que esperar a ver que es lo que nos muestra el examen de resonancia magnética", destacó.
A pesar de regresar a Oakland con la ventaja de 3-1 en la serie al mejor de siete, entre Kerr y los jugadores de los Warriors no hay ningún tipo de confianza y por el contrario son conscientes que los Rockets el año pasado en las semifinales de conferencia tuvieron el mismo marcador adverso ante Los Ángeles Clippers y le dieron la vuelta para ganar la eliminatoria.