El tiempo en: Rota
Martes 16/04/2024  

Desde el Baluarte

Una necesaria adaptación

La crisis del coronavirus ha traído no sólo una complicación sanitaria sino que, adicionalmente, nos encontramos con una crisis social y económica importante.

Publicado: 09/12/2020 ·
11:49
· Actualizado: 09/12/2020 · 16:19
Publicidad Ai Publicidad Ai
  • Campaña Pliega, apila y recicla. -
Autor

Miguel Ángel Ruiz Anillo

Miguel Ángel Ruiz Anillo es asesor jurídico y colaborador social en diferentes proyectos con una dilatada experiencia

Desde el Baluarte

Desde el Baluarte el autor pasa revista a la actualidad social vista desde su construcción más justa

VISITAR BLOG

La crisis del coronavirus ha traído no sólo una complicación sanitaria sino que, adicionalmente, nos encontramos con una crisis social y económica importante. Son muchos los sectores que se han visto afectados por dicha situación.

Uno de lo que más se ha visto golpeado ha sido el del comercio. No sólo por los límites horarios impuestos por los distintos estados de alarma sino también por la situación de incertidumbre económica que conlleva que muchos ciudadanos no hagan las compras de igual forma a la que lo hacían antes del estallido de la pandemia.

La falta de dinero conlleva que se compre evidentemente menos, muchísimo menos. Cuando como decía mi abuela “el horno no está para bollos” no se puede pedir que haya un consumo tal y como si no pasara nada.

Aparte de esto está el auge de las compras por internet. Los españoles han perdido el miedo a la contratación de servicios y la compra de productos por internet. Si hace años esto era en un porcentaje bajo, en momentos como los que estamos viviendo se puede observar como quien más y quien menos ya realiza sus compras a través de las distintas páginas web de las diferentes tiendas o está “enganchado” a algún portal de compras que en veinticuatro o cuarenta y ocho horas nos coloca el producto en casa.

Esto es así, es inevitable el empuje del comercio online y quien no quiera verlo de esta forma se está engañando.

Por ello, es necesaria una adaptación del comercio tradicional y local a la nueva realidad. No vale con hacer lo que tradicionalmente se hacía porque si no estaría firmando ese negocio su certificado de defunción. Es esencial de haya una nueva adaptación tecnológica del comercio tradicional a todos los niveles. No sólo desde un punto de la vista de la compra de ropa, calzado, etc. También lo debe hacer el carnicero, el pescadero…

Nuestras vidas han cambiado y quienes nos ofrecen productos o servicios también deben cambiar.

Con esto no quiero decir que se deje de vender de cara al público. Para nada. Sigan haciendo esa labor porque habrá una parte del mercado que lo demande pero, también, una inmensa mayoría de clientes, los que más, pedirán que tus productos estén en su casa vía mensajería y sin ningún tipo de complicación o desplazamiento.

Y, por favor, adáptense y acepten el pago con tarjeta, sea el importe que sea. Su competencia lo está haciendo y con no permitirlo sólo están perdiendo clientes.

Les pongo un ejemplo personal. El otro día fui a comprar pasteles y tuve que pagar en metálico porque no se aceptaba el pago con tarjeta. En la pastelería que está a escasos quince metros sí se acepta el pago con tarjeta. La conclusión es clara: no he vuelto a ir a la que me pone trabas a la hora de hacer el pago, desde ese momento he ido a la de al lado por las facilidades que me da.

Es esencial que los negocios se adapten a los clientes y no al revés. Los clientes son los más infieles que nos podamos echar a la cara.

Quien sepa ver esto tirará a duras penas para delante, quien no se quiera adaptar a estos tiempos que vivimos y lo que nos viene, tendrá que cerrar la persiana de su local y dedicarse a otra cosa.

Desgraciadamente es así.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN