El espíritu del famoso comediógrafo portuense Pedro Muñoz Seca revoloteó en todo momento en el acto convocado por la Asociación BETILO de El Puerto
El espíritu del famoso comediógrafo portuense Pedro Muñoz Seca revoloteó en todo momento en el acto convocado por la Asociación BETILO junto al monumento-biblioteca erigido en su honor en la plaza de Isaac Peral para reclamar de nuevo al Ayuntamiento su reparación.
La celebración del 146 aniversario de su nacimiento fue la fecha elegida para el acto reivindicativo, y a la convocatoria de BETILO asistió más de un centenar de personas. Para personalizar la presencia imaginaria del dramaturgo y reforzar su demanda ante las autoridades municipales, los asistentes cubrieron sus rostros con caretas que portaban la cara de Pedro Muñoz Seca.
La presentación fue iniciada por Fátima Graván, miembro de la Junta Directiva de BETILO, que recordó que el monumento fue erigido en el año 1951 y que se mantuvo hasta el año 1994 en que se desmontó para la construcción del aparcamiento subterráneo y se volvió a montar después de la conclusión de las obras. Pero el busto sobre el pedestal original fue sustituido por una escultura de cuerpo entero que transformó la esencia de la escultura. A partir de entonces, el paso del tiempo y el vandalismo han deteriorado de forma considerable el estado del monumento, lo que evidencia la necesidad de su restauración, más si cabe estando situado justo a las puertas del Ayuntamiento y formando parte de la imagen que la ciudad transmite a todos los que por allí transitan.
A continuación, el actor portuense y miembro de la Asociación BETILO, Manolo Morillo, perteneciente al Colectivo Teatro Balbo, recordó algunas de las simpáticas anécdotas que ilustran la vida del autor conocido por su peculiar gracejo y efectuó una lectura teatralizada de numerosos fragmentos de algunas de las obras más conocidas de Pedro Muñoz Seca y recordó el siguiente dicho:
“Yo leí que el elefante descendía del mamut, y que el perro descendía del lobo y el gato del tigre, y me pregunté: ¿Y la araña? ¿De dónde desciende la araña? Y estuve seis meses estudiando, hasta que descubrí que la araña descendía del techo…”. O cuando al día siguiente del estreno de una de sus obras, en una famosa tertulia un amigo le preguntó: "¿Has leído la crítica de Enrique de Mesa?" A lo que contestó serio y circunspecto: "La opinión de los muebles no me interesa". O en la obra El Barbero de Sevilla unos huéspedes se quejan a la doncella de la comida y cuando les pone de postre unos bizcochos borrachos le dicen “a esos borrachos hace ya 8 días que se les ha pasado la tajá.”
Para terminar el acto se dio lectura al escrito que se iba a presentar en el registro del Ayuntamiento en el que un imaginario Pedro Muñoz seca se dirige al alcalde en los siguientes términos:
“¡Excelentísimo señor alcalde, ilustres concejales y queridos paisanos portuenses!
Comparezco hoy ante ustedes con la misma pasión con la que escribí mis comedias, con la misma picardía con la que hice reír a España entera, y con la misma ilusión con la que siempre llevé ser hijo de esta bendita tierra.
Pero no vengo a pedir para mí, pues hace tiempo que las diosas del destino me condujeron por caminos de sombra y olvido. Vengo, en cambio, a reclamar memoria para mi obra y respeto para mi humilde monumento, que yace hoy más ruinoso que los planes de don Mendo para salvar su honor”.
Para terminar el acto todos los presentes se fotografiaron en las escaleras de la entrada del Ayuntamiento posando con sus caretas de Pedro Muñoz Seca, como muestra de su disconformidad con el estado del monumento y exigiendo al Ayuntamiento su restauración.