Por fin es viernes y la gestora del Racing Portuense cierra una semana intensa y completa como pocas de reuniones y de llamadas telefónicas, aunque con dudas a despejar y con incógnitas que deben ser resueltas a lo largo de las próximas fechas para allanar un horizonte que se presume con diferentes asuntos a afrontar y no todos controlables.
Tal y como anunciábamos en fechas pasadas en las que en estas mismas páginas se argumentaba que la viabilidad, el resurgir del club para que vuelva a la competición y todo ello después de la inscripción, todo pasa y de manera imprescindible en dar viabilidad de una forma u otra y de ser autosuficiente para normalizar el estado institucional de la entidad y su futuro próximo, la situación del actual estadio José del Cuvillo se antoja predominante en cualquiera de las versiones que se puedan dar.
No va a ser tarea fácil. Es más, todo pasa porque el Racing Portuense se asegure un compromiso más o menos de largo recorrido con el Ayuntamiento y de forma oficial para soliviantar su estado actual.
Las primeras estimaciones a la hora de empezar a hacer actuaciones sobre el estadio se valoran sobre unos 400.000 euros en su primera fase de ejecución. El coste puede ser mucho más de lo presupuestado en su día a tenor del estado en el que se encuentre el recinto una vez accedan y valoren a ciencia cierta todas sus deficiencias encontradas.
El deterioro sufrido a lo largo de estos años clausurado al ya de por sí estado en el que se encontraba no va a ser tarea fácil de reconducir ni rápida y mucho menos de modificar.
Uno de los aspectos a arreglar de manera indudable es la puesta en marcha de los suministros de luz y agua. Ni que decir tiene el estado del césped es otra cuestión que deriva controversia al necesitar un tapete completamente nuevo ante uno ya inservible.
Sin duda, uno de los debates abiertos en los últimos años ha sido el estado actual de la visera de tribuna del Cuvillo. Si bien, y algo que ya hay ganado ante valoraciones ya realizadas de manera puntual y técnica, es la posibilidad de reforzarla con dos o tres pilares de apoyo que darían más consistencia a una visera que según hay ya constancia está en un estado más que aceptable y seguro, según técnicos.
Si bien, el recorrido que pueda tener el compromiso y mejores prestaciones municipales pasa porque el asunto deportivo se asiente y comience a andar.
De igual manera, la gestora que desea que sea el propio Ayuntamiento el que se comprometa a ejecutar las correspondientes obras para aclimatar el Cuvillo y además asegure a que éste acoja al Racing en los años venideros.
Encuentros que se deben producir y al que hay que dar forma de una manera u otra para que ambas partes salgan beneficiadas.
La disponibilidad y predisposición municipal debe jugar un papel predominante y decisivo en el que las instalaciones deportivas municipales sean devueltas nuevamente a los deportistas portuenses. Una cuestión de confianza para empezar a dejar claro una hoja de ruta que marque el camino a seguir.
A las cuestiones extradeportivas y las que ahora son de máxima importancia, se dirían que casi vitales, el asunto deportivo a día de hoy no causa el menor problema para arrancar con la máxima de las opciones de hacer de la Tercera Andaluza una categoría de paso.
Y es que tal y como decimos, zanjar lo institucional es lo más crucial para avanzar seguidamente en la confección del plantel. En la hipotética plantilla racinguista y después de conocerse las intenciones del Unión Polideportivo de no presentar a su equipo senior tras llegar a un acuerdo con el Estrella Portuense, aseguraría un derbi portuense en dicha categoría.
A un mes aproximado para que dé comienzo la competición, la cascada de acontecimientos en cuanto al aspecto deportivo se refiere arrancará una vez se cierre lo institucional.
Es más, hasta la campaña de abonos parece ya cerrada con precios y con la distinción de abonados y socios a precios asequibles como pudieran ser a 20 euros la temporada.
