El escrito, dirigido al Servicio de Disciplina Urbanística, hace referencia a la ampliación de la planta de una de las entradas, la construcción de un ascensor, la instalación de una carpa de 110 metros cuadrados y, por último, la construcción de una terraza de verano. Esta última opera con el nombre de Puerto de Cuba y es un espacio arrendado por Río Grande a varios socios. Desde la dirección de Río Grande aseguran que cuentan con “todas las licencias” por parte de Urbanismo.
En el primer punto de la denuncia, se recoge que para la ampliación de una de las plantas, con el fin de instalar una rampa y la construcción de un ascensor, se ha excedido “la superficie máxima edificada dedicada al uso efectivo de hostelería”, vulnerando de esta forma “la especial protección de la zona”, ya que la misma “está catalogada como zona verde, dominio público marítimo terrestre y se integra en la zona de servidumbre de protección del conjunto histórico”.
En el segundo punto se denuncia una carpa, de unos 110 metros de superficie, “no legalizable según las normas urbanísticas aplicables”. En el último y tercer punto se denuncia “la instalación de una terraza de verano (que opera con el nombre de Puerto de Cuba)”, anexa a Río Grande, en zona catalogada como “verde”. Para realizar la instalación “se ha desbrozado y arrancado toda la vegetación existente en la ribera del río, procediéndose a la instalación de un suelo de madera”, todo ello “sin licencia ni autorización alguna que ampare tales actos”, según el escrito.
Una zona con poco rigor urbanístico
A pocos metros de Río Grande se encuentra el restaurante Abades, que según una reciente resolución del Defensor del Pueblo Andaluz no cuenta con licencia de apertura y debe retirar de inmediato una cristalera que impide el paso hacia el río.