El presidente de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), Jordi Sánchez, pidió a un funcionario de la prisión de Soto del Real, que le cambiara de módulo después de que otro recluso le gritase: ¡Viva España!, informaron a Europa Press en fuentes penitenciarias.
Sánchez, al igual que el presidente de Omnium Cultural, Jordi Cuixart, ingresaron en la citada prisión madrileña la noche del pasado lunes por orden de la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, que les imputa indiciariamente un delito de sedición relacionado con los incidentes que hubo ante la consejería de Economía de la Generalitat de Cataluña los pasados días 20 y 21 de septiembre.
Jordi Sánchez está ingresado en el módulo cuarto de la prisión, mientras que Cuixart está en el uno. Según las fuentes citadas, Jordi Sánchez se sintió molesto cuando escuchó que otro interno gritaba : ¡Viva España".
Por ese motivo pidió a un funcionario que le cambiará de módulo, a lo que no accedió, explicándole que no correspondía porque no se había producido ningún problema de seguridad para el presidente de la ANC.
SIN MOVIL Y CON ROPA
Según las fuentes citadas, tanto Jordi Sánchez como Jordi Cuixart, no portaban sus teléfonos móviles en el momento de llegar a prisión. Asimismo, portaban una pequeña maleta con ropa, rechazando la que le ofrecieron en la cárcel madrileña.
Esta circunstancia de ir preparados ha provocado sorpresa en las fuentes mencionadas, ya que antes de que la juez ordenara su ingreso en prisión, Jordi Sánchez dijo en dos tweets, uno por la mañana y otro tras declarar que pese a que la fiscalía pedía su prisión incondicional, su convencimiento era que si la justicia actuaba, dormiría con los suyos.