Una plataforma formada por sindicatos, asociaciones culturales y feministas y partidos políticos ha calificado de racista y excluyente la Toma de Granada, festividad que cada 2 de enero conmemora la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos, y ha pedido su eliminación permanente.
La plataforma Granada Abierta ha vuelto a reivindicar la eliminación permanente de la Toma de Granada, que este año recordará el 529 aniversario de la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos en un formato reducido por la pandemia.
Según Granada Abierta, esta tradición reeditada cada 2 de enero representa una "falsificación histórica" porque no existió una "Toma" de Granada, sino que se firmó e incumplió un pacto de capitulación que protegía los derechos civiles y religiosos de la población granadina.
La Plataforma ha asegurado que el Ayuntamiento y el Arzobispado celebran con esta tradición la expulsión ilegal de miles de granadinos, judíos y moriscos, que fueron atacados por tener costumbres y creencias diferentes.
"El odio a la diversidad se concentra en el odio al otro, en el caso que nos ocupa, al "moro". Los vencedores, que son los que escriben la historia, lo hacen en beneficio propio, en tanto que los vencidos no dejan testimonio de su sufrimiento", ha explicado sobre esta fiesta el catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Granada Antonio Malpica.
Granada Abierta le ha propuesto al alcalde de Granada, Francisco Cuenca, que el próximo 2 de enero cambie la tremolación del pendón y el ritual del "Granada qué" y desde el balcón municipal lea el "Bando municipal por la convivencia" como primer paso para acabar con una fiesta "anacrónica, sectaria y excluyente".
La Plataforma ha pedido además que el 26 de mayo, día de Mariana Pineda y fiesta local en 2022, lo sea todos los años frente al festivo del día de La Toma, que este año se celebrará en un formato reducido a los actos de la Capilla Real por el covid.
La incidencia de la pandemia ha eliminado parte de la tradición y evitará, como ya ocurrió el pasado 2 de enero, que la céntrica plaza del Ayuntamiento se convierta en el escenario de enfrentamientos entre partidarios y detractores de La Toma.