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Huelva

Los directivos de los hospitales de la capital se reparten 287.000 €

Datos referentes a 2012 sobre el complemento de rendimiento por productividad entre los 35 directores de unidades clínicas

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  • Juan Ramón Jiménez -

Aparece en la redacción de Viva Huelva un celador del hospital Juan Ramón Jiménez. Visiblemente enfadado, este profesional sanitario se queja de que “no entiendo cómo en un hospital se reparte productividad. Aquí no hacemos tornillos ni cemento, y se está cobrando una millonada que parte del dinero de todos los usuarios”.

Este celador se refiere al complemento de rendimiento por productividad, fruto de un acuerdo con el Servicio Andaluz de Salud en 2006, y que establece una serie de retribuciones extra para los profesionales del sistema sanitario, con estructura piramidal y basándose en el cumplimiento de los objetivos anuales que se marcan para las diferentes unidades clínicas.

En lo referente a los hospitales de la capital onubense, los 35 directores de unidades clínicas que hay entre el Juan Ramón Jiménez y el Infanta Elena se repartieron por los objetivos de 2012 un total de 286.692 euros, lo que hace una media de 8.191 euros extra para cada uno, según se desglosa en los documentos analizados por el Sindicato de Enfermería Satse y facilitados a este periódico. En concreto, el reparto en el Juan Ramón fue de 163.545 entre 19 directivos, y en el Infanta Elena sus 16 directores de unidad se repartieron 123.147 euros.

En el resto de distritos y áreas hospitalarias de la provincia, el dinero extra por productividad logrado por los directores de unidades clínicas queda como sigue. En el Área Norte y Hospital de Riotinto, 197.737 euros entre 19 directivos; en el distrito Huelva-Costa, donde se incluye los siete centros de atención primaria de la capital, 13 directivos recibieron un total de 95.762 euros; y en el Condado-Campiña, 79.235 euros entre ocho. La suma completa en todos los centros del SAS en la provincia onubense da como resultado que por la actividad de 2012, los 75 directores de unidades clínicas se repartieron 659.426 euros, lo que da una media de 8.792 euros de extra para cada uno por objetivos de productividad.

El dilema ético
Entendida como una medida para la optimización de los recursos sanitarios, la productividad abre un dilema ético en una época de recortes. Por un lado porque es una cantidad de dinero público que no se reinvierte en el sistema sanitario, y por otro porque la estructura piramidal del reparto crea un escalón abismal entre lo que reciben los altos cargos y lo que se lleva el resto de profesionales del sector. Amén de la atención que se presta al paciente  en relación con el cumplimiento de los objetivos fijados por el SAS. Antonio Botello, secretario provincial de Satse, pone como ejemplo que los objetivos en los centros de salud se ponen en relación a la “derivación a médicos especialistas. Cuanto menos derives mejor, cuanto menos pruebas hagas, mejor, cuanto menos gasto en farmacia, mejor...”

Por otro lado, Botello recueda que la posición de su sindicato respecto a la filosofía de la productividad siempre ha sido de “oposición”, entre otros motivos porque “en esta época ese dinero es necesario para la cobertura de puestos básicos”. Pero también critica  lo “excesivo” de la cantidad que se destina y el escalón existente por rangos. Así, por ejemplo,  el tope de un director de unidad clínica está en los 11.959 euros (cantidad a la que llegaron en 2012 cuatro directivos de Huelva-Costa, tres de Condado-Campiña y uno del Infanta Elena), el de un facultativo especialista ronda los 6.400 euros, el de un enfermero es de 3.005, y si se baja a la categoría de celador  la cantidad no llega a los 600 euros. “Es un sistema ineficaz e injusto”, asegura Antonio Botello.

Irregularidades
Además de la descripción de los entresijos de la productividad, el secretario provincial de Satse hace público para Viva Huelva las diferentes conclusiones que ha sacado su sindicato al analizar los repartos del pasado año, donde han detectado diferentes irregularidades.

Así, Botello asegura que “hay gente que cobra esas cantidades sin haber habido un nombramiento oficial como director de unidad, algo que, por ejemplo, en el Juan Ramón, ha pasado al menos en cinco casos, seis en el Infanta Elena y seis en Riotinto. Está cobrando por encima de su rango”.

Por otro lado, continúa Botello, “no entendemos cómo directores cuya unidad no tiene un 10 sí que cobran el tope establecido”. También lamenta que en sectores como la enfermería “no se valora el esfuerzo personal que se realiza”.

Punto y aparte merece su crítica a la opacidad sobre lo que reciben por productividad los directores de hospitales: “Esto no se hace público, llevamos años pidiéndolo y no nos lo han facilitado nunca”.

Como conclusión, el representante del Satse hace una reflexión que ahonda en el dilema moral de la filosofía de la productividad: “Se usa para gratificar a los que están a favor del sistema y para castigar a los que están en contra”.

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