"He trabajado la parte mental y me veo con fuerzas para el Mundial"

Publicado: 24/07/2018
Carolina Marín, oro en Río 2016, bicampeona mundial y tetracampeona de Europa de bádminton, admite que ha identificado sus puntos fuertes a nivel mental
Carolina Marín, oro en Río 2016, bicampeona mundial y tetracampeona de Europa de bádminton, admite que ha identificado sus puntos fuertes a nivel mental y que se siente con ganas y energía para ponerlos en práctica en el próximo Mundial.

Nacida el 1993 en Huelva, carolina lo ha ganado todo como deportista: a sus 25 años ya tiene un oro olímpico, dos Campeonatos del Mundo y cuatro de Europa, el último en su Huelva natal, que consiguió en el Palacio de los Deportes que lleva su nombre; un torneo "muy especial" en el que "sabía que no podía defraudar a nadie".

En una entrevista con la Agencia EFE, confesó que se siente "con fuerzas para afrontar el próximo Mundial", que se disputará en Nanjin (China) del 30 de julio al 25 de agosto, y con "muchas ganas" de poner en práctica las mejoras a nivel mental y físico que ha estado trabajando en estas últimas semanas.

Todo un referente a nivel nacional e internacional, Marín se siente "orgullosa de haber puesto el bádminton en el mapa de España" y anima a los jóvenes deportistas a "tomar riesgos si de verdad hay algo que les apasiona".

Y, aunque sueña con otro oro en los Juegos Olímpicos de Tokio'20 para los que justo hoy quedan dos años, es una persona realista y prudente que prefiere centrarse "en los objetivos a corto plazo", como la cita que le espera en una semana con las mejores jugadoras del Mundo.


P: Este será el cuarto Mundial en el que participas, y entre los objetivos está conseguir tu tercer título. ¿Cómo de preparada te ves para ello?

R: La verdad es que me veo con muchas ganas y con energía para afrontar un nuevo Mundial. Estas últimas semanas hemos sabido identificar cuáles son los detalles que me estaban faltando para volver a ser competitiva e intentar ganar de nuevo una medalla. Hemos trabajado sobre todo en la parte mental, hemos identificado los puntos fuertes que en ocasiones anteriores me habían llevado a ganar grandes títulos, y que ahora tenía un poco escondidos. Los hemos sacado del baúl y los hemos puesto en práctica en los últimos entrenamientos, que hemos preparado como si fuera la competición. Y ahora me veo con fuerzas para el Mundial.

P: Debutas en la segunda ronda el día 31, contra la ganadora que salga del duelo entre la tailandesa Busanan Ongbamrungphan, con la que ya te has enfrentado cinco veces, y la estadounidense Janie Hsu, con quien aún no has tenido oportunidad de batirte. ¿Cómo ves a tus rivales y cómo te estás entrenando?

R: Seguramente sea contra la tailandesa, que es la que tiene más posibilidades de ganar. Tenemos un poco esa seguridad, y mi equipo ya tiene bastantes vídeos analizados de ella. Cada uno de los partidos va a ser complicado, va a tener su nivel de dificultad. Pero nosotros nos vamos a centrar sobre todo en qué hacer, en cómo prepararlo y en cuál va a ser nuestra estrategia, para que una vez que yo salga a la pista tenga esa seguridad y tenga claro cuál va a ser mi plan de juego para afrontar a cada una de las rivales con las que tenga que jugar.

P: Y si todo sale según lo previsto y llegas a la final, es muy probable que juegues contra la indonesia Sindhu, tu eterna rival y con la que ya tantas veces te has enfrentado. ¿Cómo ves este posible duelo?

R: Cada partido aprendo más, se sacan cosas buenas y malas, aunque después de tanto tiempo ya nos conocemos muy bien y sabemos cómo jugar la una contra la otra. ¿La final contra Sindhu? No lo sé, pueden pasar muchas cosas. Ojalá que llegue a la final y la gane. Pero sobre todo me voy a centrar en lo que está en mis manos para ir recorriendo paso a paso ese camino y que finalmente me pueda llevar a estar en lo más alto del podio.

P: Vienes de jugar los dos últimos Abiertos de Indonesia y de Malasia, en el que perdiste contra Sindhu en un partido muy ajustado en cuartos de final. ¿Cuáles fueron tus sensaciones?

R: Los torneos de Indonesia y Malasia han sido preparatorios para este Mundial, que ha sido el principal objetivo en mi cabeza. La verdad es que las sensaciones no fueron muy buenas, sobre todo en Indonesia. En Malasia sí que tuve buenas sensaciones, porque vi que las cosas que había estado entrenando en cuanto a mi juego estaban funcionando. Pero lo que me faltó en los dos torneos fue la parte mental. Y el haber sabido identificarlo en estas semanas me ha hecho sentirme mucho más segura y con confianza para afrontar la preparación física que he tenido, que creo que ha sido la más dura de mi carrera, incluso más que la de los Juegos Olímpicos. Encontrarme tan bien en la pista seguramente haga que vaya al Mundial con mucha más confianza que antes.

P: Cada vez más se está poniendo en valor el trabajo de psicólogos y entrenadores mentales en los deportistas de alto nivel. ¿Como de importante ha sido para ti esa preparación a lo largo de toda tu carrera?

R: La parte mental ha sido muy importante, la llevo trabajando mucho tiempo. Es cierto que además tienes que tener una especie de fortaleza mental innata, que tiene que estar en ti, pero si no la trabajas no es algo rico, algo que puedas desarrollar, no eres capaz de sacarla. Yo llevo ya por lo menos nueve años trabajando con diferentes psicólogos en mi carrera deportiva. Ahora mismo estoy muy contenta por haber identificado eso que tenía guardado, y que con el Mundial ha llegado el momento de que salga.

P: Ser fuerte a nivel mental es clave para culminar el esfuerzo que implican todas esas horas de dedicación y de entrega. ¿Es eso lo que distingue a un deportista de élite del resto?

R: Siempre hay varias diferencias entre un deportista normal y uno de alto nivel. Está la actitud, el saber si quieres ser uno más o destacar. Está la determinación, el tener las cosas claras en tu vida, qué es lo que quieres conseguir y para qué estás aquí. Y por supuesto, está la parte mental. Yo no paso aquí siete u ocho horas entrenando porque me aburra en casa. Lo hago porque me apasiona esto y porque quiero llegar a conseguir muchas más cosas de las que ya he conseguido.

P: Justamente hoy, a día 24 de julio, faltan dos años para que comiencen los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. ¿Qué expectativas tienes para entonces?

R: Sinceramente, es algo muy a largo plazo en lo cual a día de hoy ni pienso, porque me centro más en los objetivos a corto plazo que tengo. Ahora está el Mundial, en agosto el Máster de Barcelona, en septiembre tengo también dos torneos en Japón y China... Al final tengo tantas cosas antes de esos Juegos Olímpicos que me centro más en ir torneo a torneo. Cuando se vaya acercando más la cita olímpica, mi objetivo principal y cada uno de los torneos que haga irán encaminados a la preparación a los Juegos. Pero a día de hoy la verdad es que no pienso mucho en ello.

P: Entonces imagino que para los de París 2024 aún no sabrás si podrás estar?

R: Me gustaría llegar, la verdad. Pero el bádminton es un deporte muy exigente, hasta que no lo vives no sabes qué nivel de exigencia física requiere. Yo a Paris llegaría con 31 años, y para una deportista de un deporte individual, y sobre todo siendo mujer (desgraciadamente la mujer aguanta un poco menos que el hombre en cuanto a la preparación física, es así), quizás las expectativas de ganar una medalla sean complicadas, porque habrá muchas chicas más jóvenes que yo y mi potencial físico no va a ser el mismo que el de ahora, que tengo 25 años. Pero también queda mucho para entonces, así que ya veremos lo que depara el tiempo.

P: ¿Ves alguna joven promesa española del bádminton capaz estar a tu altura de aquí a unos años?

R: Seguramente sí. Ahora mismo mis compañeras de entrenamiento, que son Sara y Clara, también están entrenando para conseguir grandes cosas. Y si se lo proponen, trabajan duro, y lo tienen claro en su cabeza, estoy totalmente segura de que ellas también lo podrían conseguir. Tienen aquí el ejemplo. Saben que yo lo he hecho y que tienen mi ayuda para todo lo que necesiten.

P: Además has abierto escuela. En un deporte en el que el potencial está principalmente en Asia, el único referente que tienen en España las nuevas generaciones eres tú.

R: Sí, la verdad es que me siento muy orgullosa, sobre todo de haber puesto en el mapa de España un deporte como el bádminton, mi deporte, y de que la gente al final también se fije en los valores que yo tengo y que muestro en la pista.

P: En abril ganaste tu cuarto campeonato de Europa en tu ciudad, Huelva, en el polideportivo bautizado con tu nombre y donde nunca se había celebrado un evento de ese nivel. ¿Qué significó aquello para ti?

R: No sé describir las emociones que tuve, pero fue muy especial. Para mi fueron diez días muy intensos, porque fue un torneo diferente, que requería mucha exigencia en cuanto a mí misma, porque no quería defraudar a nadie. Quería que toda España viera que habíamos conseguido un título europeo en casa, y al final yo misma me metí un poco de presión, porque sabía que no podía fallarle a mi gente. Y eso, a veces, me hizo no disfrutar de los partidos. De hecho, el único que disfruté fue precisamente la final, que fue donde saqué todo lo que tenía dentro, me puse "el traje de disfrutar", y me levanté por la mañana diciendo "hoy sal a disfrutar porque es el último momento y quizás esto no lo vuelvas a vivir nunca más". De hecho, en los últimos puntos del partido, era como que no quería que acabase nunca, quería tenerlo siempre ahí. Y para mí fue muy emotivo tener todo el apoyo de mi familia, que era la primera vez que se reunían todos juntos para verme. Y que lo vivieran en directo, porque como siempre tengo que viajar tanto al final solo me pueden ver por la tele. Y poder celebrarlo todos juntos en ese momento fue algo muy especial.

P: ¿Crees posible la celebración de un Mundial en Huelva?

R: Ojalá. Lo veo posible, por qué no. Si se trabaja y se pone en marcha el proyecto seguramente sea muy posible. El Palacio de Deportes está muy bien acondicionado. Es solamente querer y hacer un proyecto para poder llevarlo a cabo. A mí me encantaría.

P: ¿Qué le dirías a las niños y niñas que están empezando ahora en un deporte y que, como hiciste tú, tienen que decidir si dejan su pueblo para venirse a Madrid a entrenar horas y horas sin saber si finalmente llegarán a conseguir algo?

R: Yo recuerdo que venir a Madrid era lo que quería, y se lo pedí a mis padres, y al final para ellos fue más complicado que para mí, porque yo venía con esa ilusión y esas ganas de una niña pequeña que va a vivir una aventura. Y les agradezco enormemente que nunca hayan incidido en cualquier decisión que yo haya querido tomar. Pero es cierto que una vez que estás aquí se te hace complicado, porque no tienes a tu familia, ni a tus amigos, ni nada. Es empezar todo de cero. Venir a Madrid era una oportunidad única, y si a lo mejor me hubiera ido un año más tarde, o hubiera dicho que no, probablemente no estaríamos tú y yo hoy aquí hablando. Podrían haber pasado muchas cosas, pero creo que a veces es importante tomar ciertos riesgos y hacer ciertos sacrificios en la vida si de verdad hay algo en lo que crees y que te apasiona. Mi padre me decía: "Caro, si no estás bien allí, las puertas de casa siempre van a estar abiertas". Eso le recomiendo a los niños, y sobre todo a los padres, que son al final quienes más influyen en la decisión de los hijos. Les diría: "déjalo que lo haga". Si no le gusta siempre va a poder volver. Pero si no le das la oportunidad, nunca va a saber qué es lo que podría haber pasado. 

 

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