La alfluencia de temporeros inmigrantes a la ciudad con motivo de la campaña de aceituna es prácticamente proporcional con la disminución de la cosecha. Según explica el director de Cáritas Diocesana, Rafael López-Sidro, se ha reducido aproximadamente un 50 por ciento la llegada de temporeros. De este modo, explica que el albergue abierto el pasado lunes está acogiendo a unos 78 inmigrantes cada día, lejos por tanto de su ocupación total, que es de 200 plazas. En cuanto al comedor de San Roque, cada día se dan entre 150 y 170 comidas.


López-Sidro indica que la tendencia es generalizada en toda la provincia, por lo que teme que las administraciones decidan cerrar los dispositivos demasiado pronto. “Tal vez sería más conveniente que sólo se cerrasen algunos y se distribuyera la gente, si bien lo ideal es que se mantengan abiertos durante toda la campaña e incluso algunos días más”, añade.


No obstante, Cáritas Diocesana informa de que hay gente en la calle, pero que no quieren acceder al albergue. “Concretamente hay unos 20 inmigrantes en el puente del recinto ferial que dicen que si van tres días al albergue, pierden su sitio en el puente”, explica. Además, recuerda que hay otro grupo, menos numeroso, detrás del propio albergue, que se encuentran en las mismas circunstancias. Por último, cada noche se detectan algunas personas en la estación de autobuses, recién llegadas, pero son las menos, concluye el director de Cáritas, Rafael López-Sidro.