El autor de 'La viña devastada. De Benedicto XVI al Papa Francisco' (RBA), el jienense Juan Rubio, sacerdote y director del seminario 'Vida Nueva', presentó ayer su libro en un encuentro social en el que estuvo acompañado por el exembajador de España en la Santa Sede, Francisco Vázquez, y el director adjunto de 'La Vanguardia', Enric Juliana.
Todos recordaron sus vivencias y experiencias sobre los entresijos del Vaticano, cómo vivieron la elección del Papa Francisco y cómo lo ha contado en su libro Juan Rubio, que lo ha hecho en un tiempo récord de un mes y medio. “He utilizado los tiempos del periodista y las herramientas de esta profesión”, apuntó Juan Rubio.
El periodista explicó que con la elección de Bergoglio "se rompe una etapa" y "se continúa el ritmo del Pontificado pero con claves nuevas" como la renuncia, el hecho de que venga un Papa de América y de que no sea un hombre relacionado con la Curia Vaticana. “Es el Papa de la primera vez” reconoce en su libro, “por ser jesuita, por ser americano y no europeo, y por haber elegido el nombre de Francisco”. Así lo recordó también en el encuentro Francisco Vázquez al recordar un capítulo del libro de Rubio.
Por otro lado, el autor destacó el capítulo dedicado a la geopolítica de la Iglesia hoy en el mundo, asegurando que la Iglesia europea no puede seguir gobernando el mundo porque el mapa de católicos es distinto. “Es el Papa del Sur”, destacaron.
Juan Rubio consideró que con el Papa Francisco “se está buscando un estilo nuevo que devuelva la credibilidad perdida a la Iglesia por muchas circunstancias en unos momentos difíciles" y hace un guiño a estas circunstancias con el propio título: la viña devastada.
Para Rubio, el Papa Francisco va a conducir "con luz larga" en los grandes temas urgentes que necesita la Iglesia y ahí "no le va a parar nadie, porque lo va a hacer de forma contundente", pero cree que también va a encender la luz corta, en referencia al gobierno de la Iglesia. En cuanto a España, de la que afirma que es gran conocedor el Pontífice, Juan Rubio espera que haga las reformas necesarias de forma paulatina. Sin embargo, apuntó que no será así en el caso de Barcelona y Madrid, donde los arzobispos ya han superado los 75 años, y esto puede llevar a cambios inminentes.
Desde una faceta más personal, fruto del trato de Juan Rubio con el Papa Francisco, el autor confesó la alegría que sintió por su elección.
En el encuentro de ayer se desveló que una de las causas de la satisfacción personal y sacerdotal es por la “concordancia del fondo de ambos” desde el punto de vista de la reforma que se plantea en la Iglesia. “Es el Papa que la Iglesia necesitaba”, sentenció Rubio, asegurando que su intención con este libro “no es canonizar” a Su Santidad, pero sí de reconocer que es el “Papa de la nueva etapa de la Iglesia, que no dejará indiferente a nadie”.
