A pesar de los 1.257 parados menos no hay motivos para echar las campanas al vuelo, en el último año hemos liderado el crecimiento del desempleo
Los datos del paro registrado correspondientes al mes de abril proporcionan algo de alivio en una senda dramática en la que Jaén se ha instalado y parece que con la intención de quedarse. El saldo que nos proporcionan los últimos datos nos dan un descenso del 1,69% que es igual a 1.257 desempleados menos en las listas. Como es fácil observar con una tendencia tan evidente, sobre todo durante el último año, no hay ningún motivo para echar las campanas al vuelo, en todo caso este registro menos malo debe ser un acicate para aproximar posiciones entre quienes tienen responsabilidades para ver qué se puede hacer para remediar el gravísimo problema al que se enfrenta la provincia, y esto hay que hacerlo desde planteamientos realistas, por tanto poco se puede aportar desde el triunfalismo propio de los que gobiernan y se agarran a un clavo ardiendo, como tampoco se pueden atisbar salidas desde un derrotismo impenitente. No pretendemos aguar la fiesta pero la relativa bondad de los datos de empleo se producen en una provincia con el mayor crecimiento del paro en el último año, la primera de Andalucía con este “honor” y la segunda de España tras Álava, y con una capital, Jaén, donde la bajada es prácticamente inapreciable y seguimos teniendo una estadística aterradora, por tanto cuidado con las valoraciones fuera de tiesto porque el panorama que en general presenta la provincia en el mercado de trabajo si a algo llama es a la reflexión profunda y a que cada palo aguante su vela en la seguridad de que esta dura procesión del desempleo va a ser larga.