Ricardo Campello y Luisa Torregrosa, director de escena y actriz y codirectora de la compañía Teatro Xtremo, llegaron a Jaén en 2005 y se han convertido en patrimonio cultural de la ciudad.
Sois la compañía de Artes Escénicas Contemporáneas más importante de Andalucía y lleváis Jaén por donde vais ¡Esta ciudad os debe mucho!
–En España son referentes ciudades como Barcelona y Madrid. Ha sido posible porque Jaén es tierra fértil. Hemos sabido decidir cuál era la ciudad donde queríamos nacer como compañía.
Ya son nueve años sin parar
–Y más de mil funciones realizadas en nuestra sala. Como Teatro Xtremo hemos creado 10 obras y han pasado casi 400 compañías de España, Europa, África y Latinoamérica. Al año pasan una media de 44 compañías, con representaciones viernes y sábado.
¿Cómo es el público de Jaén?
–De los mejores. La respuesta está siendo espectacular. Son personas sensibles, que aman la expresión, que conectan rápidamente.
¿Cómo ha sido su evolución?
–Se han introducido diferentes compañías y hemos conseguido una programación ecléctica. En un principio educamos al público y ahora es él el que demanda. Es un público especializado al que le gusta el autor con texto vivo, los artistas plásticos, los audiovisuales y los artistas de movimiento. Demandan teatro de investigación. El público ha pasado de recibir charlas de los actores para explicarles la obra a esperar al autor para charlar con él.
¿Es indivisible Teatro Xtremo y Jaén?
–Así lo sentimos. Como compañía nos vinimos de Madrid y Barcelona para hacerla posible en Jaén. Nos hemos convertido en patrimonio cultural de la ciudad.
¿A dónde va Teatro Xtremo?
–A Madrid, Zaragoza, Ciudad Real, Valencia y Bilbao. Durante dos semanas, entre noviembre y diciembre, realizamos una gira internacional por México, Chile, Argentina y Uruguay. En España y en el extranjero nos sentimos muy queridos. Contamos con público fiel que espera nuestras obras. A la gira internacional llevamos 'Liberación'.
¿Y las capitales andaluzas?
–En Andalucía no contamos con espacios con los que nos identifiquemos y los espacios de creación que existían han cerrado. Hay un trabajo subterráneo que está emergiendo y esperamos que salga adelante.
Ricardo usted dirige y con Luisa va de la mano en la creación ¿Cómo es el proceso?
–Trabajamos por impulso. Así son creadas las obras. La última obra más fuerte fue 'San Lorenzo Mártir' y nació de un impulso al contemplar una escultura en la Catedral de Jaén.
No paráis de experimentar
–Somos un experimento. Nos nos planteamos nada en concreto. Queremos crecer y llegar a más gente, estar en más salas, más festivales y que la profesión consiga financiarse. Queremos que que las artes escénicas se respeten y se entiendan como un patrimonio. Nuestro interés no es hacer dinero, es hacer arte y atraer gente a Jaén.
Que una compañía tenga una sala de teatro propia no es muy usual en Jaén ¿Cómo lo hacen?
–Nos apoya el Ministerio de Cultura, el Instituto de Artes Escénicas, el Ayuntamiento de Jaén de forma intermitente y la Junta de Andalucía. Como compañía tienes que tener solidez económica y currículo. En septiembre de 2013 nos mudamos a Adarves Bajos y hemos conseguido la sala que queríamos. La financiación con fondos europeos nos ha permitido mejorar la insonorización y la accesibilidad de la sala, con un aforo para 32 personas en el patio de butacas.
Han recuperado el teatro como punto de encuentro.
–En nuestra sala se puede oler a la gente e incluso se les escucha respirar.
¿Les está afectando la crisis?
–No porque siguen invirtiendo en nosotros. Con una entrada que no supera los 8 euros nadie se queda sin ver teatro.
¿Cómo repercute en Jaén una compañía como la vuestra?
–Hemos estimado una inversión anual en la ciudad de casi 100.000 euros. El arte escénico no puede ser precario porque es una inversión que revierte en la capital.
