Vecinos cubren de tiritas con mensajes sobre la limpieza la verja del raudal de la Magdalena, en una nueva y original forma de protesta
No se le puede negar a parte de los vecinos de Jaén que no son originales a la hora de reclamar que se ponga solución a algunos problemas que no precisan de dinero. La verja del raudal de la Magdalena, el mismo que está cerrado desde 2009 tras la intervención para recuperarlo y que finalmente no puede abrirse al público por problemas de inundación (no olvidemos que es un manantial, no sabemos cómo se intervino), apareció ayer lleno de tiritas. Sí, de esas que se usan para tratar las heridas o las rozaduras. Y en cada una de ellas, una pequeña leyenda pidiendo que se limpie el raudal, que no se ensucie tanto, que haya más presencia policial, que se instalen más papeleras, etc. Todo un derroche de imaginación para pedir lo mismo de siempre, limpieza por un lado y civismo por otro a los propios vecinos. Y como quienes sí aman a su conjunto histórico ya no saben cómo decirlo, convierten ya sus protestas en auténticas obras de arte, porque lo de poner tiritas con mensajes está más cerca del arte urbano más reivindicativo que de la pataleta y la aburrida instantánea señalando baches y desperfectos a lo largo y ancho de la ciudad. Por si no se habían enterado, se cambia el formato y se mantiene el mensaje. Tal vez así cuele. Ojalá.