La sobrecarga de trabajo en los hospitales públicos jienenses, la falta de personal por no sustituir las jubilaciones y bajas o la obligación de hacer guardias ante plantillas médicas insuficientes para atender la demanda clínica, ha originado la fuga de médicos especialistas a clínicas y hospitales privados.

En los últimos tiempos, las ofertas de la sanidad privada a especialistas que trabajan en los hospitales públicos ha sido constante y recientemente se ha pronunciado, habiendo originado las primeras fugas, concretamente a Córdoba, al hospital Quirón.

Así lo aseguran desde el Colegio de Médicos de Jaén. Su presidente, Emilio García de la Torre, ha confirmado cuatro casos de especialistas que dejan la pública o la simultanean con la privada, concretamente de los hospitales de Andújar y Jaén capital. Se trata de especialistas de Cirugía Cardiovascular, Anestesia y Pediatría. “Un médico tiene que estar colegiado en la provincia donde tenga su actividad principal y dos médicos de Jaén se han marchado a Córdoba”, dice.

El presidente del Sindicato Médico, Enrique Vilar, denuncia la situación, pues origina el “quebranto” de la Sanidad Pública. Y es que “los profesionales tienen que trabajar más horas, se les obliga a hacer guardias, no se cubren las bajas y no hay personal médico suficiente, incluso, para organizar las vacaciones”.

Aunque la exclusividad en la pública está remunerada con un complemento de seiscientos euros mensuales más un sueldo medio de más de 2.100 euros; en la privada “ofrecen un sueldo tres o cuatro veces más alto a los médicos especialistas, sin hacer horas de guardia”.

De ahí, la fuga cada vez más acentuada. Además, Enrique Vilar señala que es “muy preocupante” la falta de contratación ante la jubilación del personal médico.

En servicios como Urología, en el último año, de 12 profesionales se han jubilado cinco. De estos, sólo se ha contratado a dos médicos y los dos, finalmente, han dejado su puesto de trabajo para marcharse a otros hospitales públicos de Andalucía.

Las consecuencias, además de para los médicos, “las padecen los ciudadanos”, con el incremento de las listas de espera para intervenciones quirúrgicas o asistencia especializada.  “Los pacientes son las víctimas, sufren la falta de personal en servicios como el de Urgencias, donde si antes había dos equipos ahora hay uno”, termina Vilar.