Desde que interpretó su primer papel supo en la piel de qué personajes le gustaría adentrarse. Si le preguntan qué personaje necesita la ciudad que la vio nacer, responde uno que sea “despertador”.
Así es Gloria Araque (Jaén, 1971), actriz, narradora y mujer versátil unida al mundo de la música y de la interpretación, ésta sobre un escenario, ante la cámara y también en videoclips. “Siempre supe que mi faceta interpretativa estaba ahí. Soy muy tímida y jamás pensé que me atrevería a hacer teatro”, reconoce una mujer que lleva diez años inmersa en el mundo de la interpretación.
Su primera obra de teatro la representó con ocho años. Fue ‘El payaso y la princesa’ y ella fue el primero. “Fue entonces cuando pensé qué bonito sería poder dedicarse al mundo del teatro”, recuerda.
Se formó en el Centro Municipal de Artes Escénicas, pero éste sólo se mantuvo abierto dos cursos, en el teatro Infanta Leonor. “El Ayuntamiento decidió que no era rentable”, lamenta aún hoy. Y entonces llegó al Laboratorio de Teatro de la Universidad Popular Municipal, poniéndose en manos del director Miguel Ángel Karames. “No empecé pensando en llegar a nada, ni en que algún día me pagarían por hacer teatro”, reconoce.
También lleva más de ocho años con el grupo de teatro ‘El Espejo Parlante’, dirigido por Vicente Nieto. Con éste se ha acercado a “otra forma de hacer teatro” y prepara la obra ‘El problema’, teatro gestual, con poco texto y mucho movimiento. También ensaya con Animahist las obras ‘Ocho Mujeres’, que se estrenará en diciembre; y ‘Traumas’, que la llevará a los escenarios en noviembre.
Paso a paso fue acercándose a los personajes con los que más disfruta. Se dio cuenta de que la interpretación le permite dejar de ser ella. “Me resultan más fáciles los personajes histriónicos, que están locos, que son irreales, que son alocados. En definitiva, los que están más alejados de mi”, afirma.
Habiendo trabajado con muchos directores, para ella es primordial que la orienten al principio, ya que “el personaje lo creas tú como actriz, tirando de lo que te ha pasado en la vida”, dice.
Hacer teatro es para esta jienense una manera de dejar de ser ella y reconoce que sus personajes no tienen nada de Gloria Araque o, al menos, eso espera. “Soy tan normal que espero que mis personajes no tengan nada de mi. Yo llevo a los personajes a los extremos. El teatro natural, de personajes normales, no me llama”, reconoce.
No es habitual que le ofrezcan personajes que emanen dulzura e inocencia, pero se ha enfrentado a ellos y otros muchos, consiguiendo papeles que aun no siendo protagonistas, tenían peso en obras corales. Desde prostituta a Desdémona en Otelo o una de las hijas de La Casa de Bernarda Alba, por ejemplo.
El teatro le ha dado la vida, explica. “El teatro me ha dado vidas, personajes que no existen, que he creado yo, que son cercanos a mi sin ser yo. Me ha dado otras maneras de vivir, de pensar y de existir. Todos nos aburrimos de ser uno mismo y cuando hago teatro, es una pasada porque dejo de ser yo. El teatro me ha dado la vida y muchas otrasvidas”, valora.
En la misma línea, defiende el teatro “no sólo como entretenimiento”, sino como “cultura” y una “enseñanza que invita a la reflexión”, un “altavoz para acercar la actualidad”. Unida al mundo de la música, ha participado en videoclips de reconocidos grupos como ‘Los Arrabaleros’, ‘El Club del Aguante’ y ‘El Gran Oso Blanco’.
Confirma que en Jaén la gente que más se mueve es la de la música y echa en falta cultura de teatro en esta ciudad. “La gente que va a conciertos no es la misma que va al teatro, pero quienes van al teatro sí van a los conciertos”, explica, reivindicando un colectivo cultural unido por la cultura en general.
Le decepciona la “poca cultura de teatro y ayudas que hay en Jaén”. Su profesión la recomendaría siempre, pero “no desde Jaén”, explicando que invitaría a irse de la ciudad a quien empieza, para “poder trabajar y vivir” de la interpretación. “El personaje que necesita esta ciudad es uno que actúe como despertador, que dé mucha caña. Jaén está dormida”, espeta la actriz.