La actualización del padrón municipal hecha pública por el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha constatado que la provincia de Jaén continúa su regresión demográfica por octavo año consecutivo, aunque bien es cierto que la pérdida de habitantes es menor que la del año anterior. En el caso de la capital, el padrón queda establecido en 112.999 habitantes, con un descenso de 458, menos de los 781 que se perdieron un año antes. Y desde el año 2010, que fue cuando se alcanzó el pico máximo de población con 116.790 habitantes, la ciudad jienense ha perdido 3.791 habitantes. Si nos retrotraemos al inicio de la crisis, en el año 2007, la pérdida de población en la capital se sitúa en 2.987 habitantes. En la capital están empadronadas personas de una treintena de nacionalidades, destacando las cifras próximas al millar de personas del continente africano y, en igual proporción, las que proceden de América. Por países, destacan los nacionales de Marruecos, Colombia, Rumanía o Ecuador.
Mientras tanto, el padrón deja 633.564 habitantes en la provincia, 4.535 menos (12 menos por día) que los 638.099 que había en 2018. Eso sí, el descenso es menor de los 5.385 habitantes que se perdieron un año antes. Y, si se toma como referencia la última década, la provincia se deja 37.197 habitantes con relación a los 670.761 que había en el año 2010. El censo provincial actual es similar al que había a principios de siglo. En el año 2002 la provincia tenía 643.821 habitantes, y el crecimiento fue sostenido en los años siguientes hasta 2012 cuando el censo quedó situado en 667.260. Desde ese año, la bajada demográfica ha sido constante, con una pérdida anual de entre 4.000 y 6.000 habitantes. El descenso poblacional se da en la mayor parte de municipios y en todas las comarcas. Pero llama la atención la sangría demográfica que se da en muchos municipios del parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas, entre ellos Santiago-Pontones, La Puerta de Segura, Hornos, Villacarrillo o Iznatoraf. La excepción al retroceso demográfico se da en los municipios del área metropolitana de la capital, como La Guardia o Los Villares. Y entre los municipios mayores de 20.000 habitantes el único que salva los muebles es Martos, que incrementa su población en ocho habitantes, para un total de 24.215 habitantes.