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Jerez

Fátima Herrera, baloncesto sin barreras

La jerezana, jugadora del DKV, ha quedado tercera en el nacional de selecciones autonómicas con la Andalucía, convirtiéndose en el orgullo de sus compañeros

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  • Fátima Herrera, durante el nacional de selecciones autonómicas con la camiseta de Andalucía. -

El DKV Jerez ha demostrado ser un gran ejemplo en cuanto a la integración. El trabajo que realizan en la entidad con su equipo para personas con discapacidad intelectual es cada vez mejor y más reconocible, tanto que la propia ciudad de Jerez les galardonó con un premio en la última Gala del Deporte, en la categoría de Valores Humanos. Y esta vez están de enhorabuena por otro gran éxito a nivel deportivo. Una de sus jugadoras, Fátima Herrera, fue convocada hace unas semanas por la Selección Andaluza de Baloncesto Adaptado. El combinado andaluz disputó un torneo nacional en Torrevieja, en donde consiguieron la tercera plaza, un gran éxito sin duda para esta jugadora jerezana.  

La propia Fátima se muestra “muy contenta. La verdad es que la experiencia ha sido muy bonita. Me ha llenado, he conocido a mucha gente de todas partes de España y he aprendido mucho. Y gracias a Dios que he tenido la oportunidad de ir, porque muchas compañeras se quedaron fuera. He tenido la suerte de poder vivirlo”. Además, para ella, esto es “una motivación para seguir luchando, ya no solo en el baloncesto, sino como experiencia personal”.

El momento más especial fue cuando le comunicaron que era una de las convocadas. Un momento que vivió con su entrenadora, Asun Torreira: “Estaba conmigo y le dieron la oportunidad de que me lo dijera ella. Asun tuvo el gran gesto de llamar en videollamada a mi madre para que nos enterásemos a la vez. Le agradezco el haber compartido ese momento con mi madre. Me harté de llorar porque hay mucho trabajo, mucho físico y mucho entrenamiento detrás. En definitiva, estaba muy contenta por poder representar a mi comunidad”.

Su entrenadora, que forma un tándem con Alicia Oliveras, también nos comenta que esta selección es “un paso enorme para ella como jugadora porque te eligen entre todas las jugadoras de Andalucía. Y a nivel de club es ponernos un poco en la diana. Es decir estamos aquí y es un paso adelante muy grande e importantísimo para ver que las cosas se están haciendo bien y tenemos jugadoras con una serie de cualidades que han encajado en el baloncesto. Además es una forma de visibilidad de la discapacidad. Los jugadores sin discapacidad tienen selecciones y ellos, también. Es una suma a la normalización. Todos tienen esa opción”.

Y a su pupila la define como una chica “muy trabajadora. Le gusta mucho que todos sus copañeros se sientan importantes porque todos los somos. Hace que todos colaboremos para el bien del equipo. Todos tenemos una función en el equipo y ella facilita que todos se sientan iguales”. Y, en la cancha, suele jugar de base, es la que “maneja el balón y coloca a los compañeros”.

Selección Andaluza.

Unos compañeros que, como relata Fátima, “me abrazaron cuando fui el martes a entrenar después de conocer la noticia. Estaban todos muy contentos y yo me emocioné. Tener un equipo y cuerpo técnico que te apoya es un orgullo. Y también representar  a mi ciudad. Era la única de Jerez  y eso va por delante de todo”. Además, en esa misma sesión de trabajo “escribí unas palabras para mis compañeros dándoles la gracias porque no es un trabajo mío solo, es un trabajo de todo el equipo. Ellos me regalaron una bandera de Andalucía firmada que ha ido conmigo a todas partes. Fue muy bonito y es un recuerdo que llevaré toda la vida”.

Asimismo, Asun cree que es “motivo de ánimo y de motivación para todos los compañeros, porque, que una compañera sea capaz de llegar ahí, era algo que ni nos planteábamos y esto va a provocar que todos intenten esforzarse un poco más. Estaban todos súper contentos y sentían que, aunque solo fuera Fátima, el equipo entero iba con ella”.

Desde el DKV sienten que la experiencia de Fátima es un refuerzo para el trabajo que realizan y dentro del equipo: “Somos conscientes de lo que podemos exigir a cada jugador. A Fátima, si su tope es la selección, le vamos a insistir y reforzar para que llegue al próxima vez. Hay que exigirles lo máximo.  A otros les exigimos en su justa medidad. Pero vemos que estamos haciendo las cosas bien para conseguir el máximo del desarrollo de sus posibilidades y capacidades. Tenemos otro chico con equilibrio nulo que apenas corría y ahora corre y se agacha y no pierde el equilibrio. Es lo que tenemos que seguir reforzando”.

El desarrollo y el crecimiento se ve reflejado en muchas facetas porque, como explica Torreira, “somos un club novel con solo cuatro años de vida. Y pasar de que muchos no supieran ni botar el balón a tener una jugadora en la Selección Andaluza hace que creamos que vamos por el buen camino. Queremos seguir así y, si podemos presentar a más jugadores, sería estupendo. Conforme vamos conociendo a los jugadores, vemos lo que les podemos pedir. Y todos evolucionan. No hay nadie que se haya quedado estancado. Vemos que evolucionan y eso nos anima. Hay partidos en los que ya apenas les damos indicaciones”.

Una relación de vida

La relación entre Fátima Herrera y su entrenadora Asun Torreira traspasa todos los límites del deporte. La jugadora explica que conoció a Asun “en un viaje. Ella trabaja en Aspanido, la asociación para personas con dicapacidad intelectual en la que estoy. Cuando nos conocimos, yo jugaba al fútbol, pero lo dejé cuando falleció mi padre. Asun fue la que me animó a volver al deporte y esa fue la mejor decisión que he tomado en mi vida. Me enseñó a volver a enamorarme del deporte”.

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