La insistencia de su familia y el la consumación de su expulsión a Marruecos han sido clave
Mohammed Haddad, el súbdito marroquí de 42 años que clamaba por asilo político en España después de dictarse contra él una orden de expulsión, abandonó ayer la medida de huelga de hambre que mantenía desde el pasado 22 de diciembre, según informó ayer el presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha), Andrés de la Peña.
El hermano de Mohammed Haddad, Mohsin Haddad, confirmó a este diario este extremo, indicando que, tras conocer la noticia de su entrega por parte de las autoridades españolas a la Gendarmería marroquí el pasado viernes 29, la esposa y la madre del reclamante se desplazaron a Tetuán, donde éste permanecía ingresado, y le convencieron de deponer su actitud.
En estos momentos, Haddad recibe suero para habituar su aparato digestivo poco a poco a la incorporación de alimentos sólidos, tras más de 40 días de ayuno voluntario.