El equipo de Gobierno cifró en 16 las actuaciones frenadas por la administración autonómica desde primeros de 2010 hasta ahora, incluyendo las casas de realojo de Matadero (la primera fase todavía no se ha entregado diez años después de empezar la tramitación, aunque la caducidad de la licencia corresponde a la segunda promoción de viviendas).
La relación de fincas en los dos últimos años son las siguientes: en lo que se refiere a 2010 Amaya, 2; Corralón de los Carros, 59; María Arteaga, 19; Santo Domingo, 10; Arbolí, 8-10; Enrique de las Marinas, 43; Benjumeda, 17; y Adelfas sin número (que corresponden a las 102 de Matadero).
Las que han caducado en 2011 son las de Merced, 5; Guatemala, 10; Santa María 7, 9, 11 y 13, que corresponde a la Casa Lasquetty; Horozco, 6 esquina con Calderón de la Barca; San Juan 16 y 22 y calle Osorio; y Lubet, 3.
Con todo, la alcaldesa de la ciudad calcula que se han dejado de invertir cerca de 24 millones de euros en materia de rehabilitación por parte de la Junta de Andalucía, por lo que Martínez exige una explicación de dónde a ido parar ese dinero que supuestamente estaba consignado para estas actuaciones.
Según los datos aportados por Pablo Lorenzo, a lo largo de 2010, la Junta destinó 15.265.469 euros a proyectos de reforma o construcción de viviendas en Cádiz, lo que afectó a un total de 653 viviendas. Teófila Martínez no lo tiene tan claro, y pone en duda que esta inversión se haya materializado en la ciudad, “a menos que instalar ascensores y hacer obras en zonas comunes requiera tanto dinero, porque es lo único que ha hecho la Oficina de Rehabilitación”.
De hecho la alcadesa llegó asegurar en rueda de prensa que en los últimos dos años “no hay ritmo ninguno” en materia de rehabilitación por parte de la Junta. En este sentido, afirmó que en el último año el Ayuntamiento sólo ha otorgado licencia para la instalación de tres ascensores y para la ayuda a 23 rehabilitaciones, pero ninguna para una actuación global.
Entre las asociaciones de vecinos hay disparidad de opiniones, todas reconocen el parón que se ha producido a raíz de la crisis, pero unas se muestran más comprensivas que otras.
Mientras tanto, el tiempo corre y la posibilidad de que la rehabilitación integral del casco histórico esté para 2012 se ha convertido ya en una utopía. La cuestión es ahora es cuándo se terminará de completar.