Hay una serie de artistas que cada vez que se les pregunta sobre sus inicios, referentes o maestros, recuerdan a Cristóbal Fernández Mena ‘El Jerezano’(1934-1996). Fue muy querido y respetado, sobre todo pionero, “el primer maestro profesional de baile en Jerez, no solo de flamenco sino también de clásico, era quien nos ponía piezas como El Vito o La Boda de Luis Alonso, por ejemplo”, apuntaba Joaquín Grilo el pasado domingo en una mesa redonda organizada por el Festival de Jerez y en la que se recuperó la figura de este emblema del baile jerezano.
En 2026 se cumplirán treinta años de la marcha del maestro y nunca es tarde “para el reconocimiento que merece, pues que a nadie se le olvide que aunque hoy lo recordemos en sus mejores tiempos, no fue nada fácil llevar para adelante una carrera como la suya en aquellos tiempos y gracias a él salieron muchos artistas en Jerez”, apuntaba David Mateos, sobrino del artista que también fue uno de sus alumnos cuando pequeño.
Cristóbal, como se subrayó en esta actividad, que por cierto contó con una gran asistencia de público, era un gran profesional y una “buena persona”, decía Manuela Carpio, otra de sus ilustres discípulas, “pues incluso me ayudaba para que participara en los espectáculos que montaba, me hacían mis trajes y no me costaba nada”, rememoraba con cariño, añadiendo que “gracias a él conocimos grandes escenarios como el Lope de Vega de Sevilla o el Teatro Falla de Cádiz”. Dos de los veteranos en esta disciplina que aún pueden contar vivencias tomaron también la palabra, en primer lugar Angelita Gómez y más tarde Juan Parra. Ambos coincidían en la calidad de este maestro, la importancia de su figura en la historia del baile reciente de Jerez y sus grandes ideas sobre el escenario. “Era muy creativo”, matizaba Grilo. Angelita mostró alguna fotografía de cuando niña compartiendo escenarios con Cristóbal, destacando continuamente su carisma y entrega, algunos detalles de la academia, como haría Parra, quien “guardo todavía unas castañuelas que me compró Cristóbal en Barcelona”. También explicaron que alguna de esas alumnas que pasaron por la academia fue Sara Baras.
Entre el público, pues no cabían todos sobre el escenario, estaba presente Macarena de Jerez, trasladándose hasta aquellos entonces en los que “me hacía siempre bailar y cantar, porque yo empecé bailando, y luego me llevaba al Villamarta para hacer el papel de Lola Flores cuando montaba esas obras que nadie las ha superado”. Cristóbal mantuvo una gran amistad con La Faraona, siendo uno de los mayores coleccionistas de la obra de la artista de la calle Sol. Otro de los que no se perdieron la cita fue Manuel Lozano El Carbonero, asegurando que “gracias a él he llegado a ser maestro de guitarra, él me insistió para que tocara y me dedicara a ello profesionalmente”. Juan Antonio Tejero, bailaor y maestro, tomó la palabra desde la primera fila para defender los “códigos del baile de Jerez, sus secretos, como defendió siempre Cristóbal”.
Fue el compañero Fermín Lobatón el encargado de moderar la mesa y de relatar, previamente a ésta, algunos datos biográficos del bailaor como sus distintas academias, desde la de calle Granados (casera) a una al lado del Gallo Azul gracias al ayuntamiento de la época con Tomás García Figueras al frente así como el apoyo de Juan de la Plata, pasando más tarde a la calle Santa Cecilia de San Miguel. Diopaso a dos vídeos en los que se le veía en plena acción, dando clases a Luisa Terremoto en una grabación de los años 70 dentro de la serie Rito y Geografía del Baile emitida en TVE, para posteriormente ofrecer unas declaraciones de Antonio Gallardo en las que reflejaba una poética e ilustrativa definición de la escuela de baile jerezana.
Este homenaje, tan sencillo como merecido, fue muy aplaudido por todos aquellos que asistieron, por los que conformaron la tertulia y por su familia, que en voz de David, “han pasado 29 años del Festival y hasta este año no se le ha tenido en cuenta con lo importante que Cristóbal ha sido para el baile de Jerez”. El acto, que contó con la presencia de Carlos Granados, director del Festival, acabó con otro vídeo de Dieguito de la Margara en su juventud, derrochando jerezanía en un patio gaditano, también emitido otrora en TVE.
